Las mujeres que han sido víctimas de violencia de género se enfrentan al reto de empezar de nuevo, en todos los aspectos de su vida. También, por supuesto, en el laboral. Con este objetivo se han creado iniciativas como el programa De Mujer a Mujer de Fundación Integra y Banco Santander.
La iniciativa consiste en que quince profesionales de la entidad financiera acompañen durante seis meses a mujeres supervivientes a la violencia de género para ayudarles a labrarse un futuro profesional. El objetivo es que aumenten su autoestima, su confianza en sí mismas y se den cuenta de sus posibilidades y de las puertas que se les pueden abrir. En la última edición, diez de las 15 participantes lograron encontrar un empleo.
Un ejemplo de estas historias de ayuda y superación es el de Adela Sempere y María. Adela es mánager en la Oficina de Gobierno del Consejo en Banco Santander y, pese a la alta dedicación que le exige el cargo y sus obligaciones familiares -tiene un niño de 9 años-, sacó tiempo para ayudar a alguien que lo necesitaba.
Se convirtió en voluntaria-mentora de María (nombre ficticio), una mujer que había sido víctima de violencia de género, a través del programa De Mujer a Mujer, y durante medio año estuvo a su lado, motivándola y ayudándola a superar los retos diarios, como miedos, inseguridades o entrevistas de trabajo que no salían bien.
La historia de María es una historia de éxito y esperanza: hoy, lleva más de dos años trabajando y ha conseguido ser feliz al lado de su familia.