Las cuentas del gobierno de Pedro Sánchez siguen instaladas en un mundo de ciencia ficción. Lejos de asumir el gravísimo problema de endeudamiento que atraviesan nuestras Administraciones Públicas, su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022 plantea que la recaudación tributaria experimentará un inverosímil aumento del 8,1%.
Según el último informe presupuestario del Instituto de Estudios Económicos, decano de los think tanks españoles, "el avance de liquidación para 2021 plantea que se recaudarán 214.995 millones de euros, es decir, 7.112 millones menos de los 222.107 millones que se habían presupuestado, lo que supone un 3,2% de desviación".
Por tanto, "el incremento anunciado para 2022 se enmarca en el excesivo optimismo que se viene produciendo, pero plantea una cifra difícilmente alcanzable", algo especialmente grave en un contexto como el actual, en el que el aumento del gasto estructural asociado a los fondos del "rescate" europeo puede alcanzar los 37.000 millones.
El Ejecutivo espera que la economía española crezca un 7% en 2022, lo que haría factible el repunte del 8% planteado en los ingresos. Sin embargo, la Comisión Europea cree que el aumento del PIB se quedará en torno al 5,5%.
Por lo tanto, hay motivos de sobra para pensar que Moncloa vuelve a incurrir en graves errores de proyección macroeconómica, en vez de presentar unas cuentas responsables y debidamente ajustadas a la realidad económica.
En este sentido, el informe elaborado por el IEE recalca que "las magnitudes están sobrestimadas", de modo que "los ingresos se van a quedar claramente por debajo de lo presupuestado. Consideramos que las previsiones de ingresos están sobrevaloradas en, al menos, 5.000 millones de euros". Por tanto, hablamos de 12.000 millones de desviación solamente entre 2021 y 2022.