La multinacional energética Naturgy ganó 777 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un 58,6% más que en el mismo período de 2020, impulsada por los 187 millones de plusvalías netas obtenidas en las desinversiones de los negocios de electricidad en Chile y de UFG en Egipto.
En una comunicación a la CNMV, el supervisor bursátil español, la compañía que preside Francisco Reynés ha asegurado que los resultados ponen de manifiesto la recuperación de la demanda, si bien no se alcanzan aún niveles prepandemia.
Se trata de los primeros resultados de Naturgy después de culminar la opa parcial de IFM, tras la cual este fondo australiano controla el 10,8% de la energética española.
En términos ordinarios, Naturgy asegura que habría ganado 865 millones hasta septiembre, un 28,1% más.
De enero a septiembre, Naturgy obtuvo un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 2.560 millones, un 1,2% inferior al del mismo período de 2020 -y un 17 % inferior al de 2019-, aunque en términos ordinarios habría sido de 2.990 millones de euros, matiza la compañía.
En este período, la compañía logró una "leve expansión de sus márgenes de gas en los mercados internacionales de carácter transitorio consecuencia de la volatilidad de los mismos", aunque estos efectos fueron "contrarrestados por una mayor presión a la baja en los márgenes de suministro de electricidad debido al incremento de los precios del 'pool' eléctrico en España".
Naturgy precisa que la alta volatilidad de los mercados internacionales, así como la incertidumbre asociada a los cambios regulatorios, impiden "extrapolar" los resultados de este trimestre al resto del ejercicio, si bien asegura que prevé cerrar 2021 con un ebitda ordinario "de entre 3.800 y 3.900 millones de euros".
En cuanto al incremento de precios de la electricidad en España, la compañía "valora positivamente la decisión del Gobierno respecto a la exclusión de minoración de los contratos de electricidad a precio fijo y a plazo", porque entiende que "ello contribuye a dar estabilidad y visibilidad a los generadores y consumidores, y especialmente a los clientes industriales potencialmente afectados por las incertidumbres regulatorias de las últimas semanas".
"Las aclaraciones gubernamentales mantienen los incentivos a la contratación a plazo como estrategia para mitigar la volatilidad actual del 'pool'", añade.
Sin embargo, en relación con el mercado del gas en España, la compañía "espera un tratamiento fiscal no discriminatorio respecto al eléctrico para todos sus clientes y con ello poder mantener el equilibrio territorial y evitar discriminaciones en comunidades autónomas de zonas más frías con mayor consumo energético".
Por áreas de negocio, la de gestión de la energía y redes aportó 2.365 millones al ebitda, un 8,2 % más; la de renovables y nuevos negocios generó 175 millones, un 36,8% menos; la de comercialización aportó 130 millones, un 36,3% menos, y otros negocios restaron 110 millones.
Por otra parte, la desinversión de su participación del 96% en la chilena CGE se ha traducido en una reducción de la deuda neta, que a septiembre era de 11.400 millones de euros, un 16% inferior al cierre de 2020.
En estos tres primeros meses del año, Naturgy ha invertido unos 890 millones de euros, fundamentalmente en sus negocios de generación renovable y en infraestructuras de redes de distribución de energía.
Naturgy ha recordado en este sentido que su nuevo plan estratégico hasta 2025 contempla inversiones de 14.000 millones para impulsar su papel en la transición energética y en la descarbonización.
En esta línea, Naturgy continúa reforzando su rol renovable y en octubre logró la adjudicación de 221 MW de energía fotovoltaica en la última subasta de renovables en España.