El Instituto de Estudios Económicos cerró el año 2020 como el servicio de estudios que mejor estimó la evolución de la economía española. De hecho, pese a la elevada volatilidad asociada a la pandemia del coronavirus, el think tank asociado a la CEOE adelantó un descenso del PIB del 11% que resultó idéntico al dato que finalmente terminó concretando el Instituto Nacional de Estadística.
Este 2021, el IEE se vuelve a situar al margen del resto. Mientras que el gobierno avanza que la economía crecerá un 6,5% y los organismos de análisis manejan el 6,2% como su escenario de consenso, la entidad que preside Íñigo Fernández de Mesa insiste en que el crecimiento de 2021 será mucho menor y, de hecho, ni siquiera llegará al 5%.
Durante un desayuno informativo, el propio Fernández de Mesa le ha dado un tirón de orejas al gobierno de Pedro Sánchez, al apuntar que "con las previsiones de crecimiento hay que ser mucho más prudentes. Al principio del año se dijo que el crecimiento llegaría al 9,8%, luego al 6,5%. Pues bien, nosotros estimábamos que solo se alcanzaría un 5,4% y, de hecho, nuestra última revisión, que está pendiente de publicación en los próximos días, situará esta proyección por debajo del 5%".
Quien fuera "número dos" de Luis de Guindos en el ministerio de Economía insistió en que "cada punto menos de crecimiento supone una mayor probabilidad de que se ensanche la brecha fiscal, porque menos actividad implica menos recaudación. Nos preocupa que tenemos el déficit estructural más alto de Europa y que, además, buena parte del aumento del gasto que hemos observado en los últimos años ha sido permanente, no coyuntural".
"Somos prácticamente el único país en el que la presión fiscal ha aumentado en 2020 y 2021. Mientras que otros países como Alemania, Francia o Italia siguen el camino contrario, nosotros apostamos por aumentar los impuestos. Por tanto, no es una sorpresa que seamos el país con menor ritmo de recuperación", advirtió el también presidente de Rothschild & Co en España.
Según explicó Fernández de Mesa, "la aportación de las empresas al total de la recaudación ya supera la media europea en diez puntos y, peor aún, el 70% de la subida de impuestos prevista para 2022 recaerá nuevamente sobre las empresas".
Subidas de impuestos
El presidente del IEE desgranó algunas de las consecuencias adversas que pueden tener las medidas fiscales previstas para 2022:
- El "suelo" del 15% que se quiere imponer en el Impuesto de Sociedades afecta a pocas empresas, porque el tipo efectivo abonado por la mayoría de compañías es superior a dicho umbral. Sin embargo, a aquellas empresas que invierten mucho en I+D, la introducción de este "suelo" del 15% significa que no podrán aplicarse todas las deducciones previstas. Por tanto, estaremos penalizando la innovación y, de esta manera, minando nuestro potencial de crecimiento".
- "Para las empresas que alquilan vivienda, se reducen las deducciones aplicables en un 50%. Es un contrasentido encarecer los costes de quienes arriendan pisos, porque al elevar el precio de mantener el inmueble en el mercado, se genera un incentivo para que suban los costes que pagan los inquilinos para alquilar".
- "Sigue en pie la no deducción de parte de los beneficios obtenidos en el extranjero, es decir, de los dividendos que arrojan las filiales de empresas españolas que logran ganancias en otros mercados, tributan debidamente por ellas y después eligen enviar esos beneficios ya netos de regreso a nuestro país. No tiene sentido insistir en la imposición doble que están sufriendo los beneficios obtenidos en el extranjero. Se está golpeando la internacionalización".
- "Los Presupuestos para 2022 siguen castigando, y mucho, el ahorro-previsión. Nuevamente se reduce la desgravación de los planes de pensiones, cuyo umbral ha pasado de 8.000 a 1.500 euros en apenas dos años. Esto es especialmente preocupante en un país en el que el sistema de pensiones está en una situación delicada".
Fernández de Mesa recalcó también que "a cambio de todas estas subidas recaudatorias, apenas hay prácticamente medida alguna de racionalización y reducción del gasto. Sin embargo, lo fundamental es que se tomen medidas por el lado del gasto, porque por la vía de los ingresos la recaudación ya no puede ser más elevada".