La nueva regulación del Gobierno sobre las sicavs, sociedades de inversión de capital variable, condenará al cierre al 45% de las 2.410 que existen en España. El motivo no es otro que la nueva exigencia de que los socios —se necesitan 100— posean, como mínimo, 2.500 euros en títulos de la misma. Hasta ahora, muchos inversores aprovechaban el tratamiento fiscal de estas sociedades para realizar sus inversiones a través de ellas, pero como el requisito de los 100 socios es difícil de cumplir hacían uso de los llamados mariachis, que son personas que figuraban como socios sin tener apenas participaciones de la sicav. Por tanto, cumplir la nueva normativa de los 2.500 euros en títulos por cada socio se vuelve complicada para las sicavs más pequeñas.
La mejor prueba de ello es la de dos conocidas personas de nuestro país: Francisco Manuel Delgado y Álvaro Arbeloa. El primero de ellos es un panadero sevillano que en 2011 ganó 121 millones de euros en el Euromillón. Algo que le cambió la vida y comenzó a invertir y a disfrutar de su nuevo y gran patrimonio. Precisamente, para gestionar su fortuna, recurrió a los servicios del Banco Santander y de JP Morgan para que invirtieran su dinero mediante sicavs. Ahora, una década después, el afortunado sevillano ha decidido cerrar la última sicav que tenía.
En este caso, esta sicav llamada Noviembres Inversiones y gestionada por el Banco Santander, que contaba con una capitalización de 8,3 millones de euros, ha sido liquidada. De hecho, en los últimos años Francisco ha ido cerrando las sicavs y ha creado Murillo 7 Inversiones. Es más, en 2020 decidió sacar del mercado 37 millones de euros ante las caídas producidas en marzo y abril. De esta manera, pone punto y final a las tres sicav que compró en su momento.
Otro que ha decidido cerrar sus sociedades es Álvaro Arbeloa, que también tenía una sicav propia con un patrimonio de 4,8 millones de euros. El exfutbolista del Real Madrid comunicó a la CNMV el cierre de esta debido a las nuevas exigencias impuestas por la Agencia Tributaria. Sin embargo, estos cierres no se deben a un mal resultado en la gestión. De hecho, en 2019 terminaron con beneficios de 643.868 euros.