El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, presentó las cuentas regionales esta semana insistiendo en que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso "trabaja bajo la máxima de que cada euro debe aprovecharse al máximo, sacando todo el provecho al dinero que aportan los contribuyentes".
Durante su intervención, contrastó los niveles de gasto observados en Madrid con los que se dan en otras comunidades autónomas. En este sentido, merece la pena comprobar hasta qué punto las cuentas que ha elaborado la Administración Ayuso presentan una mayor eficiencia en los niveles de gasto.
El techo de gasto anunciado por la Generalidad de Cataluña para los presupuestos autonómicos de 2022 asciende a 29.326 millones de euros. En cambio, las cuentas que ha presentado la Comunidad de Madrid para el próximo ejercicio fiscal contemplan que el gasto máximo será de un total de 23.033 millones.
La diferencia entre los límites de gasto de ambas regiones asciende, pues, a 6.293 millones de euros. En términos porcentuales, esto significa que el gasto autonómico de Cataluña es un 27% mayor que el de Madrid. Por tanto, cabe plantearse en qué se traduce esto cuando establecemos un análisis por habitante, para ajustar el mayor número de habitantes residente en Cataluña.
Según la Estadística del Padrón Continuo, que ofrece datos para comienzos de 2021, la población de la comunidad catalana asciende a 7.756.928 personas, mientras que en el caso de Madrid hablamos de un total de 6.745.591 residentes. Hay, pues, una brecha de 1.011.337 personas en el tamaño de la población de ambos territorios, lo que supone un 14%.
En términos per cápita, el techo de gasto que contempla el gobierno autonómico de Pere Aragonés se traduce en unos 3.781 euros por habitante. Sin embargo, cuando hacemos el mismo cálculo para Madrid, podemos ver que el gasto es de 3.415 euros por persona. La diferencia, pues, es de 366 euros per cápita o, lo que es lo mismo, 1.098 euros por hogar.
Los menores niveles de gasto observados en Madrid implican también un menor esfuerzo fiscal para los contribuyentes. En el Índice de Frank, que vincula la recaudación con el nivel medio de renta, Madrid aparece como la comunidad que menos cuesta a sus ciudadanos. Esto contribuye, a su vez, a la reducción del fraude fiscal, que es un 44% menor en las comunidades con menos impuestos.
Pero, ¿qué hay de los servicios? Los indicadores de calidad sanitaria y educativa avalan que Madrid tiene mejor sistema de salud y mejor sistema educativo que Cataluña. Lo primero viene avalado por unas menores listas de espera y unos hospitales líderes en todo el territorio nacional. Lo segundo resulta evidente cuando se estudian los resultados autonómicos en el Informe PISA de la OCDE, donde Madrid ha superado reiteradamente a Cataluña desde hace una década, tanto en lectura (con ventaja de +11 puntos en el promedio de los informes de 2009, 2012, 2015 y 2019) como en matemáticas (+2 puntos) y en ciencias (+11 puntos). De modo que el ahorro generado por la eficiencia madrileña no viene de la mano de peores servicios, sino de todo lo contrario.