Repsol obtuvo un resultado neto de 1.939 millones de euros durante los primeros nueve meses de este año, un 32% más que el obtenido en el mismo período de 2019, previo a la pandemia, cuando ganó 1.466 millones de euros, según ha informado este jueves la compañía, que propondrá a su junta de accionistas una mejora del dividendo en efectivo de un 5%, hasta los 0,63 euros por acción.
El resultado neto ajustado, que mide el desempeño de los negocios, se situó en 1.582 millones de euros, con números positivos en todos los segmentos, impulsado por una gestión orientada a la eficiencia, a la vez que la compañía avanzaba en su transformación para alcanzar las cero emisiones netas. Además, en el tercer trimestre batió al consenso de los analistas financieros que siguen la actividad de la compañía, según ha subrayado la firma.
Gracias a su modelo de negocio integrado y a la puesta en marcha de su plan estratégico 2021-2025, la compañía pudo aprovechar la mejora de los precios de las materias primas. Hasta septiembre, obtuvo un flujo de caja positivo en todos los segmentos y redujo su deuda neta un 9% respecto al inicio del año.
Este desempeño y la generación de caja derivada del escenario de mayores precios de las materias primas, según ha explicado la compañía, han llevado al consejo de administración a proponer a la próxima junta general ordinaria de accionistas la mejora del dividendo mencionada y una reducción del capital social de 75 millones de acciones, equivalente al 4,9%.
En concreto, el consejo de administración ha acordado someter a la aprobación de la próxima junta el pago en 2022 de una retribución complementaria a los accionistas de 0,33 euros brutos por acción, que se sumaría a la retribución de 0,30 euros brutos por acción (con cargo a reservas libres) cuyo pago está previsto tenga lugar en enero de 2022. En consecuencia, si dicha propuesta fuera aprobada, los accionistas percibirían en 2022 una retribución de 0,63 euros brutos por acción.
1.000 millones más de inversión en renovables
Tras el cierre del trimestre, Repsol actualizó sus ambiciones para acelerar su transición energética, con un incremento de 1.000 millones de euros, hasta el año 2025, en las inversiones destinadas a aumentar la generación eléctrica renovable y la producción de hidrógeno libre de emisiones, e impulsar otras iniciativas bajas en carbono.
"Estamos logrando recuperar la senda de resultados previa a la pandemia, impulsados por nuestra gestión eficiente y la ejecución del Plan Estratégico, a la vez que avanzamos con firmeza en nuestra transformación para ser neutros en carbono en 2050", ha subrayado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.
En los primeros nueve meses de este año, los negocios de Repsol recuperaron con solidez su senda de resultados previa a la pandemia, en un entorno que volvía a mostrar cifras propias de años previos a la crisis sanitaria global.
Así, el área de Exploración y Producción obtuvo un resultado de 1.063 millones de euros entre enero y septiembre de este año, con el que superó el resultado neutro del mismo periodo del ejercicio anterior y también los 864 millones de 2019.
El área se impulsó a partir de su eficiencia y la optimización de sus operaciones y costes, que permitieron obtener el mayor valor posible del incremento de los precios de las materias primas de referencia internacional. La cotización del crudo Brent mejoró un 65% y el Henry Hub aumentó un 68%.
El área Industrial alcanzó un resultado de 339 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 48% superior a los 229 millones del mismo periodo de 2020.
Según la compañía, el negocio de Química tuvo un desempeño "excepcional", mientras que, por su parte, Refino siguió viéndose impactado por los efectos de la pandemia y por paradas realizadas para adecuar las operaciones al entorno de baja demanda y márgenes.
Asimismo, el área de Comercial y Renovables alcanzó un resultado de 397 millones de euros, un 20% por encima de los 332 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.
Las áreas de Movilidad y Aviación mejoraron su comportamiento, una vez superadas las férreas restricciones a la movilidad que se vivieron en gran parte del mundo en 2020, a lo que se añadió un buen desempeño de Renovables y Generación Baja en Carbono.
Reduce un 9% su deuda neta
En este contexto, la compañía también logró un flujo de caja operativo positivo en todos sus segmentos de negocio, que ascendió a 3.371 millones de euros, y un flujo de caja libre, también positivo en todos sus segmentos, que sumó 1.855 millones. Además, entre enero y septiembre de 2021, Repsol redujo su deuda neta un 9% (642 millones de euros), desde los niveles de diciembre pasado, hasta situarla en 6.136 millones.
Por su parte, la liquidez se cifró en 9.948 millones de euros, lo que representa 2,57 veces los vencimientos a corto plazo. Estas herramientas facilitarán a la compañía avanzar en sus "ambiciosos" objetivos de descarbonización, tal y como ha hecho, incluso, según ha señalado, en el complicado contexto provocado por el covid-19.
En este sentido, Repsol dio un paso más el pasado 5 de octubre, incrementando sus objetivos de generación renovable y de reducción de emisiones para acelerar su transformación hasta el año 2030.
La compañía anunció además el aumento de la inversión en el periodo 2021-2025 hasta los 19.300 millones de euros, con 1.000 millones de euros adicionales con respecto a lo previsto inicialmente en el plan estratégico, para aumentar su generación eléctrica renovable y su producción de hidrógeno libre de emisiones, e impulsar otras iniciativas bajas en carbono. De esta forma, el 35% de las inversiones realizadas por Repsol entre 2021 y 2025 se destinará a iniciativas de bajas emisiones.