Como ya publicamos en Libre Mercado, la paguilla de los pensionistas de 2022 será la última. Con la reforma del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones José Luis Escrivá, las pensiones contarán con un nuevo sistema de actualización, mediante el cual su revalorización anual dejará de hacerse en función de la previsión del IPC y pasará a ser en base al IPC medio del año anterior.
Este año, las prestaciones contributivas de la Seguridad Social subieron el 0,9%, pero teniendo en cuenta que el dato del pasado septiembre ya fue del 4%, el Gobierno tendrá que compensar a los jubilados la pérdida de poder adquisitivo con dicha paguilla. Esa compensación será de unos 1.900 millones de euros, tal y como confirmó Escrivá, aunque su importe final se determinará en función de la inflación media de los doce meses anteriores a diciembre, dato que se conocerá en poco tiempo.
Esta cifra hay que duplicarla, ya que a la parte de compensación por la desviación presupuestaria (1.900 millones) hay que sumarle la misma cuantía para consolidar la nómina de las pensiones cara a 2022 (otros 1.900 millones). Por tanto, el monto total para este fin rondará los 3.800 millones de euros.
Sin embargo, desde el Ejecutivo siguen haciendo alarde de su habitual optimismo. Pese a que el importe final de la paguilla se determinará en función de la inflación media de los doce meses anteriores, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró recientemente que esa cifra sería del "dos y algo por ciento". En la misma línea, Escrivá auguró que el alza de precios rondará el 2,25%. La subida de las pensiones mínimas y no contributivas será del 3%.
Funcas sitúa la inflación media al final del año en el entorno del 2,5% y este repunte significa que las pensiones tendrían que elevarse en el entorno del 1,3% adicional para mitigar esa desviación, una compensación que les llegará a los mayores en un pago único a principios de año de casi 200 euros.