Alarma en la industria alimentaria. La patronal de fabricantes y distribuidores Aecoc avisó ayer miércoles de la inminente subida de precios vinculada al aumento de costes que está generando en su sector el encarecimiento de las materias primas, del transporte y de la energía.
"Los indicadores nos muestran que ni la subida del precio de las materias primas ni el incremento de los fletes —el coste de los contenedores que se envían por vía marítima— son temas que se resuelvan a corto plazo. Han llegado para quedarse, al menos un tiempo", advirtió el presidente de Aecoc, Ignacio González, en una entrevista a EFE. A estos factores se suma el precio de la electricidad en España, que se ha disparado durante los últimos meses, lo que "mete presión a la inflación" y amenaza con repercutir en mayores precios para el consumidor.
"Es una factura muy difícil de absorber, las empresas hacen esfuerzos para no traspasar esa subida a los consumidores, pero ya el dato de inflación de septiembre te dice que ese coste extra se está trasladando al consumidor, que tampoco está tan boyante económicamente hablando como para absorberlo", explica.
Aunque el coste de la energía afecta en mayor medida a las compañías más intensivas en consumo de electricidad, las empresas del sector de gran consumo —fabricantes, distribuidores y hosteleros— también sufren su impacto. "Parar nuestra actividad no, pero todos estamos viendo cómo se incrementan nuestros costes. Es el motivo de tensión más importante que ahora mismo tiene el sector", apunta González.
Nuevos impuestos a la alimentación
Empresas como Danone ya han reconocido que tendrán que subir los precios debido a esta grave situación, mientras que otras marcas los están subiendo sin anunciarlo.
Y mientras, ¿el Gobierno qué está haciendo? Pues, por ejemplo, intentar imponerle a la industria de alimentación y bebidas un impuestazo a los envases de plástico para recaudar 491 millones en 2022, que va unido a la subida del IVA a las bebidas azucaradas de 2021. En Italia, sin embargo, dan ejemplo a Sánchez y el Gobierno de Mario Draghi ha decidido aplazar a 2023 la entrada en vigor del impuesto al plástico y al azúcar.
El impuesto a los plásticos todavía se está tramitando, pero las empresas alertan sobre el aumento de la presión fiscal sobre sus negocios.
El presidente de Aecoc, integrada por Mercadona, Inditex, Coca-Cola o El Corte Inglés y con un peso conjunto del 20 % del PIB, ya anticipa un escenario económico más complicado del que dibuja el Gobierno, sobre todo si eleva la carga fiscal. "Tememos que suban los impuestos, y no es el momento. Si los aumentas, bajas la productividad, perjudicas la competitividad de las empresas y retrasas la recuperación", razona González.
En su opinión, lo mismo ocurre con la reforma laboral todavía en negociación: "Nadie se puede oponer a que suba el salario mínimo, pero si no viene junto a una mejora de la productividad... Necesitamos flexibilidad para acompañar el rebote económico, si no se hace de forma adecuada y aumentan los costes, supondrá otro impedimento".
De hecho, el presidente de la patronal también advierte de que determinados aumentos de impuestos pueden "mermar la confianza" de un consumidor que ya está pagando más debido al repunte de la inflación.