El Gobierno está preocupado por los desperdicios alimentarios, considera que en 3 de cada 4 hogares se desperdician 31 kg por persona al año y esto es intolerable. En especial, le preocupa lo que sucede en los hogares ,donde se pierden el 40%, y los restaurantes ,donde se tiran a la basura el 15% de los alimentos.
El Ministro de Agricultura y Alimentación, Luis Planas, ha presentado un anteproyecto de ley que obligará a los restaurantes a ofrecer bolsas "sin coste añadido" para que los restos que están en el plato no acaben en la basura. También les obligará a tener convenios con bancos de alimentos y otras ONGs. Algo que también se extenderá al comercio. La idea del Gobierno es incidir y favorecer la fecha de consumo preferente en vez de la de caducidad. Así, las tiendas y supermercados tendrán que ofrecer ofertas con los productos que hayan sobrepasado la fecha preferente.
Obligados a vender fruta fea
También las tiendas de más de 400 metros cuadrados ofrecerán una estantería donde venderán, a precio más económico, productos, en especial frutas y verduras, cuyo aspecto poco estético, feo o imperfecto sea menos atractivo pero estén "sanos y en perfectas condiciones". Otra opción que les da el Ejecutivo es transformarlos en "zumos y mermeladas".
El Gobierno también quiere obligar a las empresas de catering, colegios o residencias a tener un plan contra los desperdicios. A las empresas de distribución les da la opción de transformar los alimentos en energía, mediante plantas de compostaje o "biogas". Todas las empresas de la "cadena alimentaria" deberán informar anualmente de las pérdidas que generan. Aquellos que inclumplan las medidas se enfrentarán a multas que irán desde los 6.001 euros a los 150.000.
Luis Planas asegura que es un deber "desde el punto de vista ético y moral" acabar con los desperdicios y asegura que la ley es parte de su compromiso con la Agenda 2030.