Cuando la luz vuelve a marcar un nuevo máximo histórico, son muchos los ciudadanos, pero también los empresarios, que se afanan en hacer números para intentar llegar a fin de mes. Entre ellos, los hoteleros, que ya advierten al Gobierno de que miles de puestos de trabajo podrían estar en peligro por culpa de sus políticas energéticas.
El secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Ramón Estalella, recuerda que el suyo es uno de los sectores que más tira de nuestra economía, pero, al mismo tiempo, también es uno de los más dependientes energéticamente hablando. Precisamente por eso, da la voz de alarma: "Hemos apostado por un modelo que hace que España, que tenía el sector hotelero más competitivo a nivel mundial, esté dejando de serlo, porque empieza a no ser rentable".
La factura de la luz se triplica
Estalella no entra a valorar si se hace bien o no dejando de lado el carbón o la energía nuclear, pero sí las consecuencias que de ello se derivan. "Yo no entro a criticar el sistema, pero sí me importa el precio final que pagamos, que se ha multiplicado por tres en un año, cuando todavía no tenemos los mercados extranjeros a pleno rendimiento", alerta.
Y para muestra, un botón: "Un hotel que venía pagando unos 10.000 euros mensuales de luz, ahora mismo está pagando casi 40.000". Y eso, tomando como referencia un establecimiento medio de unas 250 habitaciones. "Estamos hablando de más de 1.000 euros al día, lo que significa que, si un cliente paga unos 50 euros de media por la habitación, necesitamos 200 clientes sólo para pagar la luz —explica indignado—. Esto es absurdo".
Pérdida de competitividad
En conversación con Libertad Digital, el portavoz de los hoteleros recuerda que, mientras en España la luz roza los 300 euros por megavatio hora, en Francia el precio es considerablemente más bajo. "Tenemos que seguir creando empleo, tenemos que seguir modernizándonos y tenemos que seguir peleando en todos los mercados, pero resulta que tenemos unos costes que nuestros competidores no tienen. Así es imposible", lamenta.
Además, este sector cuenta con una clara desventaja, ya que no puede trasladar esta subida de la luz a los clientes: "El precio de venta de una habitación de un hotel no lo pone el hotelero, sino que lo pone el mercado". En estos momentos, es más que evidente que la oferta es superior a la demanda. No sólo como consecuencia de la pandemia, sino también por la irrupción de los apartamentos turísticos. Eso, unido a la existencia de muchos y muy conocidos comparadores online, es precisamente lo que hace que los hoteleros tengan que asumir todos los costes. "No los puedes repercutir, porque te quedas sin ningún cliente", sentencia el secretario general de CEHAT.
Bonificación de la potencia contratada
Ante esta situación, Estalella apela al Gobierno y le pide que, si no puede bajar los precios, al menos recupere la bonificación de la potencia contratada en función de su utilización real, algo que ya se hizo durante el confinamiento. "La subida de la luz nos ha pillado a todos desconcertados y creo que las compañías eléctricas tienen poco margen, pero lo que pedimos, como sector industrial que somos, es pagar únicamente por lo que utilizamos", insiste.
El portavoz de los hoteleros explica el problema muy gráficamente: "Tú necesitas tener contratada la potencia suficiente para pensar que algún día puedes estar a plena ocupación, con lo cual, nos encontramos con que la potencia contratada, que es una de las partes más gordas de la factura, la tienes que pagar con independencia de que, en muchos casos, tengas el hotel cerrado o con una ocupación del 5, del 10 o del 15%, como les ocurre a aquellos que dependen del turismo extranjero". No en vano, frente al triunfalismo de la ministra Reyes Maroto, CEHAT recordaba hace apenas unos días que, de enero a agosto, "solo han venido a España un 25% de los turistas internacionales que llegaron en 2019".
Facilidades al autoconsumo
De ahí, la petición de esa bonificación y una súplica mucho más básica si cabe: "Que se nos facilite la capacidad de crear autoconsumo". A pesar de la férrea defensa de las energías renovables que hace el Gobierno, Estalella lamenta que los hoteleros se enfrentan a "muchísimas trabas" para hacer algo tan simple como poner placas solares en sus establecimientos.
"Tenemos ejemplos de un grupo de hoteleros en una zona concreta, que quieren montar un sistema para poder tener su propia luz y resulta que les ponen todo tipo de problemas de proyectos medioambientales, de no sé cuántos líos… Y al final lo que hacen es desistir", lamenta. Por eso, insiste en que el Gobierno debería reflexionar, reconocer que el suyo es "uno de los sectores en los que el coste energético tiene más influencia en posibles pérdidas o beneficios", y darles facilidades para el autoconsumo.
Se trata, en definitiva, de echar una mano a un sector que, durante muchísimos años, ha sido la locomotora de España y que, si nada lo remedia, esta vez no podrá tirar de nuestra economía. "Alguien tiene que poner orden en todo esto, porque si se quiere crear empleo y que se mantengan las estructuras que había creadas, esto no funciona. Hay muchas cosas que hacer", sentencia Estalella.