Después de participar este fin de semana en la fiesta del centenario del Partido Comunista de España (PCE), la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, acudía crecida este martes al consejo de ministros. Y lo hacía para anunciar dos medidas que ya se conocían: la aprobación del incremento del salario mínimo interprofesional hasta los 965 euros mensuales en catorce pagas a efectos desde el 1 de septiembre y la prórroga de los ERTE que se acordó este lunes por la tarde con los agentes sociales en una modalidad especial vinculada a la formación.
Pero si Yolanda Díaz estaba crecida no era tanto por el impacto de las medidas, sino porque la presión sobre el ejecutivo y sus medidas populistas crece a medida que se va cayendo el castillo de naipes que nos ha querido vender el Gobierno desde agosto sobre una fabulosa recuperación económica que, en realidad, no se está produciendo.
Los datos del PIB que el INE tiraba el viernes y que la ministra Calviño conocía el martes cuando presentó el cuadro macro abrían el camino y las medidas sobre salarios mínimos o ertes no parece ayudar a paliar los problemas estructurales en los que incurre nuestra economía, desde un déficit crónico y creciente pasando por una deuda pública que coarta las posibilidades de recuperación.
El Banco de España ha sido uno de esos organismos que, como incómodo Pepito Grillo, ha estado recordando al Ejecutivo los problemas de crecimiento que presenta nuestra economía, así como los riesgos asociados y evidentes de medidas como la subida del salario mínimo interprofesional.
Tanto es así, que ya cifró en junio el impacto que había supuesto el incremento del 22% del SMI que había decretado el Gobierno en 2019 y que había costado 174.000 puestos de trabajo, con especial incidencia en los más desfavorecidos. El exviceconsejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid y uno de los analistas de cabecera de Libre Mercado, José María Rotellar, hablaba de un impacto del 40% en el empleo la subida del SMI.
Esto ha debido escocer mucho a Díaz que este martes se ha plantado delante de los medios de comunicación para anunciar una nueva y fuerte subida del SMI "frente al cúmulo de agoreros que decían que iba a venir el apocalipsis o las 10 plagas de Egipto". Según ha dicho, la subida del SMI "se ha demostrado científicamente" que no viene el apocalipsis por que "ha reducido en dos décimas la brecha salarial".
Eso sí, no se ha atrevido a refutar el coste en términos de empleo que ha supuesto esa súbita subida del SMI del que hoy se ha mostrado tan orgullosa.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha defendido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esta medida se enmarca en el marco de una recuperación justa. "Subir los salarios no solo forma parte de medidas de protección social, como indica el Banco de España, sino que radica en la convicción firme de eficiencia económica y del buen funcionamiento de la economía en España", ha remarcado.