Apenas tres semanas antes de que entrase en vigor el primer estado de alarma en España, el 26 de febrero de 2020 el Real Madrid disputó la ida de los octavos de final de la temporada 2019/2020 de la UEFA Champions League contra el Manchester City, encuentro que más tarde resultaría ser el último de la máxima competición europea en el estadio Santiago Bernabéu en de 580 días. El próximo martes 28 de septiembre, sin embargo, el club blanco finalmente pondrá término a esta racha con su estreno como local en la competición esta temporada ante el Sheriff Tiraspol.
A pesar de que la vuelta del fútbol al Santiago Bernabéu ya se produjo el pasado sábado 11 de septiembre con el encuentro ante el Celta de Vigo, siendo el partido de liga contra el FC Barcelona del 1 de marzo de 2020 el último encuentro oficial disputado en el estadio, el vínculo especial del Real Madrid con la Champions —equipo más laureado con 13 copas de Europa— ha permitido que la entidad madridista sea una de las más influyentes del fútbol mundial a nivel deportivo y, también, a nivel económico.
150 millones más en ingresos gracias al nuevo estadio
En este sentido, precisamente la remodelación del estadio Santiago Bernabéu es con casi total seguridad el proyecto más ambicioso del club en su historia. Con un importe final de 470 millones de euros financiados a un plazo de 35 años y un 2,5% de interés, o dicho de otra forma, con una cuota anual fija de entre 25 y 30 millones de euros desde el 30 de julio de 2023 hasta su vencimiento el 30 de julio de 2049, el nuevo estadio será todo un símbolo de la presidencia de Florentino Pérez, gran artífice de los éxitos deportivos y de la situación económica de la entidad en la última década durante este su segundo mandato. Pero más allá de esto, el nuevo estadio será sobre todo un importante activo para el club.
Y es que, además de mejorar los accesos o el terreno de juego, la nueva estructura del estadio proporcionará nuevas líneas de ingresos que le reportarán en torno a 150 millones de euros adicionales al año. En concreto, este considerable aumento en la facturación será gracias a la mayor oferta de ocio y entretenimiento dentro del Bernabéu, como el renovado tour del estadio, las dos tiendas del Real Madrid y principalmente las nuevas zonas de restauración y de negocio que serán habilitadas.
El innovador césped retráctil del estadio también resultará fundamental en este aspecto. Gracias a su innovadora tecnología, permitirá albergar todo tipo de espectáculos y eventos deportivos —incluidos los partidos del primer equipo de baloncesto— y de ocio para incrementar exponencialmente la actividad y rentabilizar al máximo la nueva sede. Desde el club blanco esperan incrementar los días de ocupación del estadio desde los 35 previos a las obras hasta 300 días una vez finalicen. La previsión es que los ingresos percibidos gracias al nuevo Bernabéu no solo ayudarán a financiar las propias obras de remodelación del estadio, sino que determinarán la estrategia de futuro y modelo de negocio del Real Madrid con el objetivo de mantener el liderazgo económico y deportivo del club en las próximas décadas.
Sin embargo, la remodelación del Bernabéu no solo afecta al propio estadio, sino también al icónico emplazamiento que ocupa en la capital en pleno Paseo de la Castellana. En total, teniendo en cuenta las peatonalizaciones en la esquina de Padre Damián, con una plaza de 5.500 metros cuadrados; otra en la propia Castellana, de 20.000 metros cuadrados, y en la calle Rafael Salgado, el espacio reformado sumará un total de 66.000 metros cuadrados.
Tras la intensificación de las obras con el traslado de las competiciones deportivas al estadio Alfredo di Stéfano la temporada pasada, la remodelación, a cargo de FCC, concluiría a principios de 2023, extendiéndose durante unos meses la reforma del entorno urbanístico. Gracias a su experiencia en la construcción y remodelación de estadios de fútbol, como el Wanda Metropolitano del Atlético de Madrid o el Allianz Arena del Bayern de Múnich, el grupo constructor controlado por Carlos Slim se impuso a otras constructoras como Acciona, Ferrovial y el grupo San José. ACS, compañía participada y presidida por Florentino Pérez, no participó de acuerdo con el código ético del club.
El Real Madrid, cada vez más valioso
Según el informe The European Elite 2021 de la consultora KPMG, el Real Madrid lidera el ranking de los 15 clubes de fútbol más valiosos del mundo por tercer año consecutivo, con un valor estimado de 2.909 millones de euros. De esta forma, supera a otros grandes como FC Barcelona (2.869 millones), Manchester United (2.661 millones) e incluso clubes-Estado como Manchester City (2.170 millones) o Paris Saint-Germain (1.754 millones).
Pero no es fruto de la casualidad. En 2018, concretamente en la Asamblea General de Socios para la autorización del endeudamiento de cara a remodelar el Santiago Bernabéu, Florentino Pérez explicó el éxito de la entidad bajo su gestión al aplicar su "vía empresarial" al mundo futbolístico. "Pusimos en marcha un nuevo modelo de negocio y futuro que nos ha llevado a ser líderes en lo deportivo y lo económico. Salvamos el club para que siguiera siendo de sus socios y afrontamos la renovación del estadio y la construcción de la ciudad deportiva. Ahora los ingresos alcanzan 751 millones, la deuda neta es negativa y hemos consolidado un modelo sólido", dijo.
Como prueba de ello, las cuentas del ejercicio 2020-2021 de nuevo muestran buenos resultados incluso en un año donde la economía ha sufrido las consecuencias de la crisis sanitaria. Pese a la caída de ingresos en todas las líneas de negocio, estimada por el club en aproximadamente 300 millones de euros, el Real Madrid cerró el curso con un balance positivo de 874.000 euros, casi el triple del resultado obtenido en la campaña anterior de 313.000 euros. De esta forma, incrementó aunque ligeramente su patrimonio neto hasta alcanzar 534 millones de euros a 30 de junio 2021. Pero no solo eso: sin tener en cuenta el proyecto del nuevo estadio, la entidad madridista también ha acometido una importante reducción de la deuda neta en el último ejercicio por valor de 195 millones de euros, desde los 241 millones en 2019-2020 hasta los 46 millones actuales.
Así, y gracias a la política de ahorro de gasto a través de medidas como la no adquisición o baja de jugadores y la reducción de la masa salarial de los primeros equipos y de la directiva, el Real Madrid ha sido una de las pocas excepciones entre los grandes de Europa al no incurrir en pérdidas en ninguno de los citados ejercicios. Todo ello a pesar de que el informe The European Club Footballing Landscape realizado por la UEFA prevé una pérdida acumulada por parte los clubes europeos de máxima categoría de entre 7.200 y 8.100 millones de euros.