Varapalo del Instituto Nacional de Estadística (INE) a las cuentas de Nadia Calviño y Pedro Sánchez. La economía española creció sólo un 1,1% en el segundo trimestre del año, en lugar del 2,8% inicialmente calculado, lo que supone un recorte en las previsiones de gubernamentales de más de la mitad.
Estos números enfrían el optimismo del Gobierno, que contaba con un rebote interanual del 19,8% y, finalmente, se ha quedado 17,5%. Aún así, se trata de un crecimiento "histórico", como es lógico, ya que estamos haciendo la comparativa con el segundo trimestre de 2020, el peor de toda la pandemia debido a que la economía estuvo prácticamente paralizada.
Detrás del crecimiento del 17,5% de la economía nacional destaca el tirón de la Comunidad de Madrid, que en ese mismo periodo se anotó un crecimiento del PIB regional del 31,7%, lo que supera en 14 puntos el crecimiento medio de la economía española y consolida a la región como el motor económico del país.
El Gobierno aplaude
A pesar de este mazazo de Estadística, en el departamento de Nadia Calviño siguen celebrando los datos. "El Instituto Nacional de Estadística confirma la recuperación de la economía española en el segundo trimestre", aplaude el Ministerio de Economía en una nota a los medios. El Gobierno no duda en atribuirse el rebote de la economía Española. "El PIB registra un crecimiento interanual positivo por primera vez desde el inicio de la pandemia, el 17,5% gracias a las medidas adoptadas para proteger el tejido productivo y el empleo, que están permitiendo que la economía se recupere a mayor ritmo que en crisis anteriores", señalan.
Además, achacan el recorte del INE a las "dificultades" de hacer previsiones. "El INE ha revisado y ajustado las cifras de crecimiento trimestrales, lo que pone de manifiesto la dificultad de realizar previsiones en un contexto de elevada volatilidad, derivado del impacto provocado por la pandemia" explica el departamento de Nadia Calviño.
A pesar del optimismo exacerbado del Gobierno, este recorte pone en peligro las previsiones de crecimiento de todo el año. Esta misma semana, el Gobierno anunciaba que mantenía en el 6,5% su previsión de crecimiento para este año y en el 7% la de 2022, de acuerdo con la actualización del cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año. Ni mejorando sus pronósticos, como ha hecho el Banco de España esta semana, logra alcanzar las previsiones del Gobierno para este año. Según el organismo, el crecimiento de la economía española se quedará en el 6,3%.
Cae el consumo
Según explica el INE, en esta revisión del PIB del segundo trimestre ha influido particularmente la actualización de la información sobre ventas de grandes empresas y pymes societarias debido a la incorporación de los datos definitivos de la estadística Ventas, Empleos y Salarios de la AEAT. Así, las revisiones han afectado principalmente, por el lado de la oferta, a las estimaciones del valor añadido de varias actividades de servicios y de alguna rama de la industria manufacturera y, por el lado de la demanda, al gasto en consumo final de los hogares.
En concreto, el consumo de los hogares aumentó en el segundo trimestre un 4,7% respecto al trimestre anterior, dos décimas inferior a la estimación inicial. Donde no hay retroceso es en el gasto público, que aceleró cinco décimas su crecimiento intertrimestral, hasta el 0,9%, una décima por encima de lo avanzado a finales de julio.
La inversión tuvo un comportamiento peor de lo adelantado, ya que cayó un 3,1% —en lugar de un 1,5 %—, lastrada por el descenso de la inversión empresarial, del 4,3%, y en vivienda, que se redujo un 1,5%. Por sectores, el de los servicios fue la única actividad en crecimiento debido a la retirada de las restricciones, aunque también fue menos intenso de lo estimado (repuntó un 1,4%, dos puntos menos de lo adelantado).