Golpe intervencionista del Gobierno a las eléctricas. Pedro Sánchez anunció ayer lunes que el Ejecutivo piensa expropiar los beneficios extraordinarios de las eléctricas para bajar el recibo de la luz porque considera que las compañías "se lo pueden permitir".
Al líder del PSOE no le parece aceptable que las compañías tengan beneficios en plena crisis energética, por eso, piensa "redirigir a los consumidores" esas ganancias "topando" el recibo del gas y reduciendo así la factura de la luz". Su plan podría costarles 650 millones de euros a las eléctricas. "Tenemos todos que ser solidarios y todos tenemos que hacer un esfuerzo", insistió. No dio más detalles sobre cómo piensa "topar" esos precios.
En clave fiscal, el Gobierno prorrogará hoy en el Consejo de Ministros la suspensión del impuesto del 7% a la producción eléctrica hasta final de año y rebajará el impuesto especial a la energía del 5,1% al 0,5%, que es lo mínimo que exige la legislación comunitaria. También podría prorrogar a 2022 la rebaja del IVA del 21% al 10%.
Sánchez presumió de que el Estado ha perdido 1.400 millones de euros de recaudación fiscal solo este año por las rebajas de impuestos antes mencionadas, pero, como ya publicó Libre Mercado, este argumento es sólo una treta contable. Y es que, los derechos de emisión de CO2, que también recauda Hacienda, se han incrementado este año en una cuantía muy similar. Así, las arcas del Estado quedan lo comido por lo servido.
Los 153,43 euros MWh que se registrarán este martes en el mercado mayorista suponen disparar en un 252,7% los 43,49 euros en los que el precio de la luz se movía justo hace un año. Respecto al martes pasado, la cifra es un 20,5% superior.