El gasto sanitario público por habitante observado durante el año 2019 en la Comunidad de Madrid ascendió a 1.340 euros. Se trata del segundo dato más moderado de todas las regiones, salvo Andalucía (1.262 euros), además de una cifra claramente inferior al promedio autonómico, que se sitúa en torno a los 1.486 euros.
Pese a las campañas propagandísticas que la izquierda política y mediática ha hecho históricamente ante estos datos, hay motivos de peso por los que Madrid presenta una gasto sanitario público más reducido que otros territorios. Para empezar, su densidad de población es mucho menor, lo que permite configurar una red de atención mucho más concentrada y menos dispersa, con los consecuentes ahorros. En segundo lugar, la penetración de la sanidad privada a través del sistema de seguros es mayor, a lo que hay que sumar la concesión para la gestión privada de diversos hospitales autonómicos, dos aspectos que redundan en menos costes. Por último, los datos demográficos apuntan que la estructura de población madrileña se caracteriza por ser algo más joven, lo que también implica una menor presión sobre estos servicios.
Pese a que el gasto es inferior, el servicio ofrecido por la sanidad pública madrileña arroja mejores resultados. Desde hace años, las estadísticas muestran que Madrid es la región europea con más esperanza de vida, tanto en hombres como en mujeres. Además, las encuestas realizadas anualmente entre los usuarios de la sanidad pública muestran que el grado de satisfacción con los servicios recibidos ronda el 90%. Y, no lo olvidemos, Madrid es una de las comunidades con menos listas de espera para las intervenciones quirúrgicas.
El impacto del coronavirus
El estallido de la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto que, a pesar de los datos, la propaganda referida al gasto sanitario público no termina de desaparecer. Así, la izquierda política y mediática insiste en el mantra de los "recortes" y pretende asociarlo a un presunto "colapso" sanitario que, en realidad, no puede estar más lejos de la realidad.
Así, si repasamos los indicadores de referencia de Madrid durante la época del covid-19 vemos que, desde el fin del confinamiento y la devolución de la gestión sanitaria a las comunidades autónomas, los resultados han sido muy satisfactorios. Así, si evaluamos la mortalidad por habitante desde que concluyó el "mando único" vemos que Madrid fue la cuarta de las cincuenta provincias españolas con menos decesos. A esto hay que sumarle indicadores que mejoran claramente el promedio nacional en todo lo referido a hospitalizaciones, la vacunación, etc.
Pero lo más interesante de todo esto es que, consolidada en 2020 la inversión vinculada a la presentación del Hospital Isabel Zendal, el exceso de gasto socio-sanitario registrado entre enero y junio de 2021 ha sido del 0,2% del PIB, un 35% por debajo del promedio observado en el conjunto de las comunidades autónomas.
Así lo confirma el último informe del Ministerio de Hacienda, donde se estima el impacto de la pandemia en las cuentas autonómicas. Dicho estudio muestra que Madrid fue la comunidad con menos gasto "extra" en el primer semestre del año. La siguiente, con un 0,23% del PIB, sería La Rioja. En cambio, el promedio autonómico fue del 0,3% del PIB, con "picos" de un 0,4% en Comunidad Valenciana o del 0,5% en Castilla-La Mancha.
De modo que, una vez más, queda claro que la clave no es "gastar más", sino "gastar menos" y "gastar mejor".