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Alfredo García: "Si tuviéramos más centrales nucleares, la electricidad no sería tan cara"

El ingeniero, conocido como @OperadorNuclear, explica el problema de fondo de la subida de la luz y desmonta los mitos interesados sobre este asunto.

El ingeniero, conocido como @OperadorNuclear, explica el problema de fondo de la subida de la luz y desmonta los mitos interesados sobre este asunto.
Alfredo García, más conocido como @OperadorNuclear | Libertad Digital

Llegar a entender cómo se genera la electricidad y cómo eso se traduce en nuestra factura de la luz no es tarea fácil. Encontrar a un experto que sea capaz de explicarlo para que todo el mundo lo entienda, tampoco. Sin embargo, todo aquel que sigue en redes sociales a @OperadorNuclear puede presumir de saber más que la media aun careciendo de los conocimientos de base.

Alfredo García, el hombre detrás del seudónimo, es ingeniero técnico de Telecomunicaciones, tiene las licencias de operador y supervisor nuclear y trabaja desde hace más de 20 años en la central de Ascó, en Tarragona. Licenciado en Comunicación Audiovisual, García ha recibido el Premio de Comunicación de la Sociedad Nuclear Española por su gran trabajo como divulgador y, lo cierto, es que, después de charlar con él, es fácil entender el porqué de este galardón.

Hace poco más de un año publicó La energía nuclear salvará al mundo. Hoy, todo el saber recogido en esas páginas vuelve a la actualidad al hilo de la imparable subida de la luz y la falta de respuesta de un Gobierno que, como él mismo asegura, "está dando palos de ciego sin atajar el problema de fondo".

P: Dice usted que la energía nuclear salvará al mundo… ¿Nos salvaría también de esta terrible subida del precio de la luz?

R: Ayudaría a salvarnos, porque el problema que tenemos en nuestro país es que se ha hecho una gran apuesta por las energías renovables, y eso es bueno y nos interesa a todos, pero se ha hecho con el respaldo del gas natural. En España, cuando se decidió la moratoria nuclear a principios de los años 80, se decidió cerrar los proyectos de centrales nucleares que se estaban construyendo. Se paralizaron cinco centrales por razones ideológicas, porque estaba en el programa electoral del PSOE, y se hizo una fuerte apuesta también por el carbón. Se hablaba del carbón nacional, que era el mejor según ellos, pero luego se vio que realmente el carbón no era el adecuado y se hizo una fuerte inversión en gas natural. Mucha gente no lo sabe, pero tenemos 26 gigavatios de ciclos combinados de gas natural en España. Eso equivale a 26 centrales nucleares. Además, se hizo una gran inversión en las renovables que nos ha costado muchísimo dinero, porque las renovables están primadas en España desde el inicio. Llevamos pagados más de 110.000 millones de euros a través de nuestra factura eléctrica, estamos pagando alrededor de 6.000 millones de euros al año en primas.

P: El problema es que mucha gente cree que con las energías renovables es suficiente...

R: Efectivamente… La gente no sabe que la electricidad se produce a demanda. Estamos produciendo lo que se consume en cada momento, porque la capacidad de almacenamiento es muy, muy pequeña. Tenemos algo en España que son presas reversibles, pero la capacidad que tenemos es muy pequeña, es testimonial. Tampoco tenemos grandes baterías. ¿Y qué ocurre? Pues que cuando no tenemos sol o no tenemos viento, por ejemplo, por las noches, que además es cuando más aumenta el consumo, necesitamos otra energía que haga de respaldo de estas energías renovables que son variables. Las centrales nucleares están al 100%, pero lo que entra de respaldo es el gas natural. No tenemos otra cosa, porque la hidráulica tiene poca capacidad de crecimiento en España, está muy limitada.

P: Y entiendo que, a su juicio, el gas es precisamente lo que habría que dejar a un lado para bajar la factura de la luz...

R: Yo lo que propongo siempre es un mix de energía nuclear y renovables con una proporción mayor de energías renovables, porque tenemos un potencial solar y eólico muy grande. El problema es que en España ya vamos tarde, porque necesitaríamos tener al menos el doble de la potencia nuclear que tenemos para no necesitar gas natural como respaldo. Y si tuviéramos más centrales nucleares, ahora la electricidad no sería tan cara, porque no tendríamos que comprar gas natural, que es lo que encarece el precio de la electricidad.

P: Nuestros vecinos franceses apuestan más que nosotros por la energía nuclear y su factura de la luz es considerablemente más barata...

R: Francia tiene 57 reactores nucleares que producen el 72% de su electricidad. Lo hicieron en un momento en el que estábamos en plena crisis del petróleo. Francia necesitaba mucha energía y no tenía petróleo, ni gas, y lo que hicieron fue apostar por la energía nuclear. ¿Qué es lo que ha ocurrido? Pues que el precio de la electricidad en Francia es en torno a un 25-26% más barato que en España. Aun así, tampoco creo que sea el modelo que ahora mismo nos interese. Es decir, fíjate que cuando alguien defiende algo parece que cree que es lo mejor, pero yo no quiero que la energía nuclear llegue al 72% como en Francia. No lo creo necesario, pero sí al menos tener más reactores para hacer de respaldo.

P: Usted siempre recuerda que la energía nuclear es una energía baja en emisiones, algo que mucha gente desconoce...

R: Y esto no lo digo yo, lo dicen todos los organismos internacionales. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) dice que la energía nuclear tiene emisiones tan bajas como la energía eólica y más bajas que otras renovables. Son 12 g CO2/kWh. Sin embargo, el carbón tiene 820 y el gas, 490. Alemania, por ejemplo, está cerrando las centrales nucleares y, como tiene menos sol y menos viento que nosotros, tiene una dependencia muy grande del carbón y del gas. Esto al final se traduce en que es el país con mayores emisiones de la Unión Europea y no solo del dióxido de carbono, sino también de gases contaminantes y de gases tóxicos, que es un dato del que se habla muy poco y que a mí me preocupa muchísimo. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 7 millones de personas mueren al cabo del año por la contaminación del aire. De esos 7 millones, aproximadamente cuatro millones son por quemar combustibles fósiles, por quemar carbón, gas y petróleo. Eso se debe también a las centrales de carbón y de gas, y eso no nos lo cuentan. Nos hablan del calentamiento global, que es importantísimo, pero la gente está muriendo y creo que es importante que se dé también ese dato.

P: Y si la energía nuclear es una de las energías más eficientes y limpias… ¿Por qué España quiere acabar con la energía nuclear? ¿Por mitos o falsas creencias? ¿O hay alguna razón de peso?

R: Se está creando una falsa idea de que se están cerrando las centrales nucleares en todo el mundo y realmente hay muy pocos países que tengan un plan de cierre de la energía nuclear. El más importante es el de Alemania, pero en otros países hay debate. Hay debate en Suecia, en Suiza y en España hay un plan de cierre acordado, pero hasta aquí hemos llegado. Hay más de 30 países que tienen centrales nucleares y que van a seguir teniéndolas, entre ellos, todos los países industrializados del mundo o prácticamente todos. Hay excepciones, pero países grandes e importantes, salvo Alemania, prácticamente no hay. Y luego tenemos un grupo de unos 32 países que están construyendo centrales nucleares o que tienen planes para construirlas. Entre ellos, prácticamente todos los países del antigua Unión Soviética y todos los países de Oriente Próximo: Emiratos Árabes, Egipto, Turquía, Arabia Saudí… Y eso sin hablar de China o Rusia. Es decir, hay un plan de expansión de la energía nuclear en todo el mundo que, sin embargo, parece que queda eclipsado porque hay gente que dice que Alemania va a cerrar.

P: Pero sus detractores se aferran también a otros motivos...

R: Yo creo que, para empezar, hay un desconocimiento general. La gente tiene miedo a la energía nuclear, porque se ha basado en esos mitos que comentabas antes. Se ha mezclado intencionadamente la energía nuclear militar, las bombas atómicas, con la energía nuclear civil, cuando no tienen ningún vínculo desde hace más de 60 años. Las centrales nucleares españolas, por ejemplo, no sirven para fabricar bombas atómicas. No tenemos tecnología para ello, ni se puede utilizar nuestro combustible para hacer bombas atómicas. Sin embargo, al haber tanto desconocimiento, se ha utilizado como herramienta política. Además, las organizaciones ecologistas han utilizado esto para conseguir adeptos: estar en contra de algo que parece malo para la gente o para el planeta les hace ganar afiliados e ingresos. Evidentemente también han contribuido los accidentes nucleares, no se puede negar. Ha habido tres, pero tampoco se ha explicado bien lo que ha ocurrido en cada uno de ellos.

P: ¿A qué se refiere?

R: En 1979, hubo un accidente en Pensilvania sin muertos. Después, llegó el accidente de Chernóbil en el que efectivamente sí hubo fallecidos. Se ha hablado de hasta un millón de muertos por los efectos de la radioactividad, sin explicar cómo se ha obtenido esa cifra. Sin embargo, el Comité Científico de Naciones Unidas sobre la Radiación Atómica (UNSCEAR), el referente mundial en la materia, habla de un máximo de 4.000. Incluso un enorme estudio publicado recientemente por Science concluye que no se han detectado alteraciones genéticas en los hijos de las personas que sufrieron el accidente. Y todo ello sucedió en un reactor totalmente diferente a los actuales y sin nuestras medidas de seguridad. Por último, tenemos el accidente de Fukushima, donde tampoco hubo ninguna muerte por radioactividad. Los accidentes hay que trabajar para que no se repitan, hay que reforzar la seguridad. En las centrales nucleares españolas se hizo una inversión muy grande para mejorar todavía más la seguridad, pero insisto en que hay que ponerlo todo en su contexto, porque todo esto ha creado esa gran opinión en contra de la energía nuclear… Aunque yo creo que poco a poco se va cambiando, cada vez hay más gente a favor.

P: ¿Y qué le parecen las propuestas que están planteando los dos partidos de Gobierno para hacer frente a la subida de la luz?

R: Yo creo que están dando palos de ciego y no están atajando el problema de fondo que tenemos, que es esa dependencia del gas. Además, tenemos una de las electricidades más gravadas por impuestos del mundo. En las centrales nucleares, concretamente, se paga más de impuestos que del resto de gastos juntos: sueldos, amortización, combustible, mantenimiento… Desde el punto de vista de la producción, todo eso cuesta menos que los impuestos que se pagan, porque hay impuestos que están incluso duplicados. Como es una energía que sabes que va a producir constantemente durante todo el año, pones unos impuestos altos y tienes garantizados unos ingresos. Todo eso se repercute en la factura y hace más cara tu electricidad, pero es que, además, lo que van a conseguir es ahogar a las centrales nucleares y, en el momento en que no sean rentables, los propietarios van a decidir cerrar.

P: En ese momento, entiendo que el gas copará también el espacio que ahora ocupa la energía nuclear...

R: Si ahora mismo tenemos un 17% de nuestra energía de gas, pasaremos a tener el 39% y, si el precio ya es carísimo, será muchísimo más caro todavía. En resumen: yo creo que se debería ser seguir apostando por las renovables, efectivamente, pero al mismo tiempo rebajar la fiscalidad de las centrales nucleares para hacerlas rentables y abrir un debate en España para la construcción de nuevas centrales, como está haciendo la mayoría de los países de nuestro entorno.

P: Por lo pronto, el mismo Gobierno que en 2018 metió en un cajón el informe que preparó un grupo de expertos, se plantea ahora hacer otro grupo de expertos, pero políticos...

R: Conozco a varios expertos de aquel grupo y eran realmente expertos: catedráticos, doctores en diferentes áreas relacionadas con la energía… Eran grandes profesionales y el informe fue muy acertado y apostaba por la operación a largo plazo de las centrales nucleares. Es decir, más allá de los 40 años previstos inicialmente, siempre y cuando se garantizase su seguridad. Para eso está el Consejo de Seguridad Nuclear, que es el que debe verificar que las centrales nucleares siguen siendo seguras. Eso lo guardaron en un cajón y, ahora, pues bueno, si quieren hacer un grupo de expertos en política, pues es lo que van a conseguir: resultados políticos, no científicos o tecnológicos.

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