Desigual ha propuesto a sus empleados una jornada laboral de cuatro días que deberá ser aceptada por los mismos para su implementación y que consta de tres días de trabajo presencial y uno de teletrabajo. La compañía catalana se une a otras, como Telefónica.
De esta manera, la propuesta de Desigual en nada se parece al despropósito económico del proyecto de reducción de la semana laboral planteado por Íñigo Errejón, que recogía la evidente reducción de productividad por la menor cantidad de horas trabajadas mientras que no contemplaba reducciones salariales, incrementándose así el coste por unidad de producción para el tejido empresarial.
En un comunicado este jueves, la firma de ropa ha explicado que la propuesta tiene como objetivo "incrementar la satisfacción" de los empleados, así como su bienestar y su salud. La implementación de esta jornada, que deberá contar con un 66% o más de votos a favor, supondrá cambios en las condiciones contractuales de los empleados que se beneficien de esta medida.
En caso de aprobarse, serán un total de 502 personas las que verán reducida su jornada laboral semanal en cinco horas, pasando de las 39,5 horas semanales actuales a las 34,5 horas.
Este formato implica también una reducción salarial asociada al ajuste de horas (un 13%) que Desigual propone que sea compartida, asumiendo por su parte un 50% de la diferencia, lo cual supone que el empleado solo percibirá una reducción de su sueldo del 6,5%.