Gracias al mayor número de trabas administrativas y a la cuota mínima de actividad de casi 300 euros al mes —que puede llegar a aproximarse a los 1.250 euros— , los aproximadamente 3,3 millones de trabajadores bajo el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en España tienen dificultades para tener acceso a financiación.
Fuera de que se trate de uno de los colectivos más expuestos ante circunstancias como las actuales de vulnerabilidad social y económica, la realidad es que las barreras para obtener financiación residen principalmente en las políticas de la entidades de crédito, concretamente de las bancarias.
Y es que los bancos condicionan en gran medida la concesión de créditos a un contrato de trabajo indefinido o una nómina. Como resultado, los autónomos difícilmente consiguen un crédito bancario aunque dispongan de ingresos estables demostrables y de ahorros suficientes para afrontar, por ejemplo, la compra o el alquiler de una vivienda.
Pero el control del riesgo del crédito por parte de los bancos no es el único condicionante, pues incluso resulta complicado acceder a préstamos vinculados a la propia actividad como trabajadores autónomos. Un ejemplo de ello son los créditos ICO, ya que son principalmente las propias entidades bancarias las encargadas de conceder estos créditos, regados con dinero público.
La solución: financiación alternativa
Así, tanto los autónomos especialmente como también las empresas disponen de otras posibilidades más allá de las entidades bancarias o de la concesión de créditos por parte de sector público.
Ya que la obtención de financiación resulta indispensable para impulsar la actividad empresarial, Gedesco ofrece como entidad financiera privada y no bancaria una gran variedad de servicios y herramientas —desde la concesión de préstamos o el descuento de pagarés hasta el factoring o el confirming— igualmente accesibles para autónomos, pymes y grandes empresas, financiando todo tipo de negocios en el corto, medio y largo plazo.