La caída del PIB en la España de 2020 alcanzó dimensiones históricas y el "rebote" observado en 2021 sigue muy lejos de los niveles necesarios para recuperar las cotas producción observadas en 2019. La mayoría de informes retrasa a comienzos de 2023 la recuperación de la actividad previa a la pandemia y, en el caso del empleo, la normalización va a tardar más aún en llegar.
Fijémonos en los datos referidos al turismo. En junio entraron en España un total de 2,2 millones de viajeros venidos del extranjero. Esta cifra es diez veces superior a la del mismo mes del año 2020, pero se sitúa casi un 80% por debajo de los 9,9 millones de visitantes internacionales recibidos en julio de 2019.
Otro ejemplo lo tenemos en la automoción. Si revisamos las cifras de matriculaciones de turismos correspondientes al mes de junio, encontramos que las cifras para 2021 apuntan a un total de 96.785 ventas, lo que nos sitúa por encima de las 82.651 de 2020, pero lejos de las 130.519 operaciones que se dieron en 2019.
Y, si nos fijamos en el mercado de trabajo, nuevamente encontramos señales de que la situación está lejos de ser óptima. Un año y medio después del estallido de la pandemia, tenemos 170.000 desempleados más, a los que hay que sumar 332.000 trabajadores que siguen afectados por un ERTE y 230.000 autónomos que siguen en cese de actividad, lo que deja a 732.000 personas en un escenario de paro efectivo.
Pero, a pesar de que la brecha entre los niveles de actividad económica actuales y los observados en 2019 supera el 6%, en la Agencia Tributaria están de enhorabuena, puesto que los niveles de recaudación observados en la primera mitad de 2021 ya superan claramente los registros de ingresos fiscales correspondientes a enero-junio de 2019.
Así, el primer semestre del presente ejercicio se cerró con unos ingresos fiscales de 90.475 millones de euros, lo que supone un repunte de casi 3.000 millones con respecto a los 87.546 millones que recaudaron las arcas públicas en el mismo periodo de 2019. Si se ajusta la estadística para descontar las devoluciones o los pagos extraordinarios, la cifra de 2021 sigue siendo un 3% mejor que la del año anterior a la pandemia.
De modo que, aunque la producción económica está un 6% por debajo de los niveles del mismo periodo de 2019, el IRPF arroja un 7% más de ingresos. En el IVA, en cambio, sí hay más señales de crisis, puesto que los ingresos experimentan un retroceso del 1,2% con respecto a las cotas previas a la pandemia. Pero, en su conjunto, la recaudación crece con fuerza y, de hecho, en el segundo trimestre de 2021 se sitúa un 23,3% por delante de los niveles de abril-junio de 2020.
No hay que olvidar que, desde el 1 de enero, hay once subidas de impuestos en vigor, de modo que la evolución de la recaudación va en línea con los objetivos de ingresos del gobierno, que sigue planteando nuevos aumentos tributarios para 2022.