Si para muchos españoles resulta complicado comprender sus propias nóminas, qué decir de la factura de la luz. La mayoría de los consumidores desconocen si su factura se están en la tarifa regulada o, por el contrario, su factura de la luz está contratada por una comercializadora en el mercado libre. Y en última instancia, tampoco saben en muchas ocasiones, qué tarifa están pagando, cuánto satisfacen de término fijo o a cuánto están pagando el Kw/h.
Si esto, que es básico, se desconoce, quizá saber qué pagamos cuando pagamos la factura de la luz se antoje más complicado aun.
Mercado libre: la subida no aplica... de momento
Si nuestra factura nos la gira una compañía comercializadora (como pueda ser Endesa, Iberdrola o Factor Energía) quiere decir que somos uno de los 17 millones de españoles en el mercado libre y hemos firmado un contrato que se revisa de manera periódica (cada año, trimestre, etc.). En ese contrato se establece un precio para el kw/hora. Podemos tener discriminación horaria y pagar dos precios distintos dependiendo de a la hora a la que consumamos la energía. Todo dependerá del contrato que tengamos. Además, cada contrato y compañía establece unos términos fijos distintos en función de la potencia contratada. A mayor potencia contratada mayor será el término fijo.
Y finalmente, en el grueso de la factura, aproximadamente el 70%, pagamos las redes de distribución, las subvenciones a las renovables y los impuestos indirectos.
Los clientes en el mercado libre siguen pagando los precios pactados con su comercializadora. Pero tarde o temprano terminarán notando el efecto de estas subidas, ya que como los contratos se revisan cada cierto tiempo, es de esperar que cuando toque esa revisión el precio suba.
Estas compañías pagan nuestros consumos al precio que establece la subasta mayorista y después nos repercuten el precio pactado en cada contrato a los clientes. El día que el Kw/h se subasta más caro de lo que nos cobra la comercializadora, pierden dinero. El día que el Kw/h se subasta más barato, gana (suelen ganar casi siempre). Pero si comienzan a perder mucho (y si los precios siguen esta espiral alcista, así va a ser) revisarán al alza los contratos que mantienen con los clientes.
Tarifa regulada o PVPC: afectada por la subida
Si no estamos en el mercado libre es que formamos parte de esos 11 millones que estamos en el mercado regulado. El llamado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Así, cada día pagaremos el precio medio que haya alcanzado el Kw/h en el mercado mayorista. Esto sólo por lo que consumimos. Después, se aplican el resto de peajes e impuestos.
Son los clientes acogidos al PVPC los que, merced a la última reforma del Gobierno, tienen esos complicados tramos horarios en los que la luz será más cara o barata en función de si es un tramo punta, llano o valle. Es decir, que estos clientes, los acogidos a la tarifa PVPC, son los que están notando mes a mes las fuertes subidas de la luz.
Igual que aquellos que decidieron contratar su tarifa eléctrica en el mercado libre, los acogidos al PVPC también tienen que pagar impuestos, peajes, etc. hasta casi un 70% de la factura.
¿Entonces, qué pago en la factura de la luz?
Harina de otro costal es conocer qué se paga en cada factura de la luz. Los consumidores no sólo pagamos el término fijo por la potencia contratada, el consumo y el alquiler del contador. También pagamos (de hecho es la parte más grande de la factura) impuestos.
De cada 100 euros que pagamos por la factura si estamos en PVPC:
- Energía consumida 35,21 euros
- Impuestos 15,11 euros: IVA+ impuestos especiales
- Peajes 22 euros: distribución y transporte
- Cargos 32,6 euros: subvenciones renovables, compensación extranpeninsular. Amortización del déficit de tarifa.
Esta distribución cambia muy poco en las facturas de clientes en el mercado libre donde por cada 100 euros de factura, la parte correspondiente al consumo de energía eléctrica es ligeramente menor.
Es decir, que de cada 100 euros, de luz sólo pagamos 35 (término fijo + energía consumida) por lo que consumimos. El resto se lo lleva el Estado.
Por lo tanto, si nos hiciéramos la pregunta de quién sale ganando con la subida de la factura eléctrica la respuesta es muy sencilla: el Gobierno.