Los coches eléctricos son vistos como el futuro de la movilidad debido a que son mejores para el medioambiente, sin embargo, no son tan "verdes" como puede parecer a simple vista. Si bien es cierto que no emiten gases mientras están en circulación, las baterías de litio y la dependencia del carbono para cargar las mismas son el principal problema. Aunque, no hay que olvidar tampoco que según un informe de las universidades de Cambridge, Exeter y Nijmegen, en el 95% es mejor para el medioambiente conducir estos vehículos que los de combustión interna.
Sin embargo, un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts concluyó que la producción de baterías y combustible para un coche eléctrico genera más emisiones que la fabricación de un automóvil. Pero esos mayores costes medioambientales se compensan con la mayor eficiencia energética de los vehículos eléctricos a largo plazo. En resumen, las emisiones totales por kilómetro de los coches con batería son menores que las de los coches comparables con motor de combustión interna. Pero, esto no quiere decir que no tengan un impacto negativo para el medioambiente.
Actualmente, el vehículo eléctrico en Estados Unidos, de media, emite unos 200 gramos de CO2 por kilómetro. Pero, una vez que se consigan reducir las emisiones y la dependencia del carbono en la red eléctrica, se podrán disminuir las emisiones de los vehículos eléctricos en un 75%, de unos 200 (gramos) actuales a unos 50 gramos de CO2 por kilómetro en 2050.
"Si miramos a lo que queda de década, en la que veremos una descarbonización masiva en la generación de energía y una descarbonización masiva en el sector industrial, los vehículos eléctricos se beneficiarán de toda esa descarbonización", asegura Eric Hannon, socio de McKinsey & Company con sede en Frankfurt, a la CNBC.
El principal problema es que estos vehículos eléctricos dependen de baterías recargables de iones de litio para funcionar. El proceso de fabricación de esas baterías -desde la extracción de materias primas como el cobalto y el litio, hasta la producción en gigafábricas y el transporte- requiere un uso intensivo de energía y es una de las mayores fuentes de emisiones de carbono de los vehículos eléctricos actuales, según los expertos.
"Producir vehículos eléctricos conlleva muchas más emisiones que producir coches de gasolina. Dependiendo del país de producción, esto supone entre un 30% y un 40% más de emisiones de producción, que provienen principalmente de la producción de baterías", asegura Florian Knobloch, miembro del Centro de Medio Ambiente, Energía y Gobernanza de Recursos Naturales de Cambridge. Sin embargo, esto se ve amortizado durante la vida útil del vehículo y se verá más cuando se reduzca la dependencia de las fuentes de energía más contaminantes.