Este lunes el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, conocido como IPCC, ha publicado su sexto informe de Evaluación sobre Cambio Climático que se compone de tres partes y de un informe de síntesis.
Participado por alrededor de un centenar de científicos de todo el mundo, el informe no sorprende en absoluto, y para quien tuviera dudas, las aclara: el IPCC afirma de manera "inequívoca" que el cambio climático no sólo está en marcha, sino que se está recrudeciendo y además es por culpa del hombre.
Añade que el cambio climático está afectando a todas las regiones habitadas del mundo y provocando que los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales son cada vez más frecuentes. Todo es por culpa del hombre y por culpa del CO2 que emitimos en nuestras fábricas y coches: el calor extremo, incluidas las últimas olas de calor, que son cada vez más frecuentes desde 1950. También las olas de frío, que cada vez son menos frecuentes y menos frías, pero igualmente culpa del hombre.
Además, considera que los episodios de lluvias extremas han sido más frecuentes también desde 1950. Lo mismo con los ciclones tropicales importantes y en el Pacífico Norte.
El límite del peligro para la Tierra
Como es habitual en los informes del IPCC, también pronostican cuánto se calentará la tierra si seguimos emitiendo gases de efecto invernadero. Y sería muy por encima de un calentamiento de 1,5 grados, que es lo que podría soportar el planeta (siempre según el IPCC), o los 2ºC.
Los climatólogos que firman el informe consideran que, a menos que se produzcan grandes reducciones de dióxido de carbono y otras emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas, el aumento de la temperaturas mundial superará el umbral establecido en el Acuerdo de París.
En el Acuerdo Climático de París del año 2015, los países establecieron el objetivo de mantenerse por debajo de los 2 grados, y preferiblemente a 1,5 grados, por encima de los niveles preindustriales.
Si estos niveles no se mantienen, los expertos concluyen que el clima extremo, así como las sequías y las inundaciones, se volverá aún más habitual y el nivel del mar aumentará, el hielo del Ártico disminuirá y muchas plantas y animales "no podrán adaptarse" a estos cambios.
En este sentido, el informe del IPCC subraya que limitar el aumento de la temperatura a esos niveles requiere "una acción urgente y drástica", ya que si no la temperaturas global de la superficie "seguirá aumentando hasta al menos mediados de siglo en todos los escenarios de emisiones considerados".
Para los científicos climáticos, el calentamiento global de 1,5 grados y 2 grados se superará durante el siglo XXI "a menos que se produzcan grandes reducciones de CO2 y otras emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas".
¿La solución? Recaudar 100.000 millones
Como siempre, la única salvación ante el apocalipsis climático son medidas socialistas e intervencionistas: ante esta "alarmante situación", el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha exigido a los políticos que tomen medidas "rápidas y drásticas". "Las campanas de alarma son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable", ha sentenciado.
En sus palabras, este informe debe ser una "sentencia de muerte" para el carbón y los combustibles fósiles, antes de que "destruyan" el planeta. "Si combinamos fuerzas ahora, podemos evitar una catástrofe climática", ha asegurado.
De este modo, Guterres ha hecho un llamamiento a los países ricos y los bancos de desarrollo para que proporcionen más dinero para la adaptación al cambio climático en las partes más pobres del mundo. "Se debe cumplir la promesa de recaudar 100.000 millones de dólares al año", ha dicho.
Y si no, el apocalipsis
En cuanto al derretimiento de los polos, el IPCC advierte de que los glaciares continuarán derritiéndose durante décadas o siglos, mientras que durante el siglo XXI la capa de hielo de Groenlandia es "prácticamente seguro" que continúe derritiéndose y es "probable" que ocurra lo mismo con la capa de hielo de la Antártida.
Sobre el aumento del nivel del mar, los científicos prevén que el aumento continúe durante todo el siglo XXI y que los fenómenos extremos del nivel del mar que ocurrieron una vez por siglo en el pasado podrían ocurrir anualmente en varias localizaciones en 2100.
Por otro lado, el informe incide en que, con "alta probabilidad", un calentamiento de 1,5 grados "intensificará" las fuertes precipitaciones e inundaciones en África y Asia. Este incremento de las precipitaciones e inundaciones tiene una probabilidad de "media a alta" en América del Norte y "media" en Europa. En este sentido, los científicos prevén que la magnitud del cambio en las próximas décadas aumentará a medida que aumenten las temperaturas.
Asimismo, el documento resalta la "alta probabilidad" de que las precipitaciones del monzón aumenten a medio y largo plazo, especialmente en el sur y sudeste de Asia, el este de Asia y África occidental, excepto en el extremo occidental del Sahel.
En referencia a las sequías, el IPCC prevé que, a 2 grados de calentamiento global o más, varias regiones de África, América del Sur y Europa sufrirán un aumento en la frecuencia y/o severidad de las sequías agrícolas y ecológicas con una probabilidad "media a alta". También se prevén aumentos de las sequías en Australasia, Centroamérica, Norteamérica y el Caribe con una probabilidad "media".
En cuanto al aumento de las temperaturas de las ciudades, los científicos advierten de que una mayor urbanización unida a fenómenos de calor extremo más frecuentes "aumentará la severidad de las olas de calor". Los expertos destacan que las ciudades costeras también pueden sufrir más inundaciones debido al aumento del nivel del mar y precipitaciones más torrenciales.
¿Consenso?
Lo que no señala este informe, y menos los políticos que lo promocionan, pagan y luego utilizan para justificar nuevas subidas de impuestos en post de la descarbonización para tratar de salvarnos de nosotros mismos y con nuestro propio dinero, es que sólo reúne el consenso de los científicos que participan en el informe, pero en absoluto el consenso de la comunidad científica.
Sin ir más lejos existe una red internacional formada por 700 científicos y profesionales de reconocido prestigio que mantienen que "no existe emergencia climática".
Entre otras cosas consideran que los factores naturales, no exclusivamente antropogénicos, causan calentamiento; que éste, además, es mucho más lento de lo pronosticado por el grupo de expertos de la ONU (IPCC); que la política climática se basa en modelos de medición y previsiones inadecuados; que el CO2, pese a su mala fama, es la "base de toda vida en la Tierra"; que el calentamiento global no ha aumentado los desastres naturales; o que, en definitiva, "no existe causa de pánico ni alarma".
"El objetivo de la política global debe ser la prosperidad para todos proporcionando energía confiable y económica en todo momento. En una sociedad próspera, los hombres y las mujeres están bien educados, las tasas de natalidad son bajas y las personas se preocupan por su medioambiente", añade el documento. Las fuertes restricciones planteadas, junto con el fuerte encarecimiento de la energía, por el contrario, obtendrán como resultado un mayor empobrecimiento económico.