Amazon lanzó Amazon One hace unos años y ahora quiere darles un nuevo uso a sus tiendas físicas. Ya de por sí, los establecimientos del gigante del comercio electrónico se caracterizan por ser revolucionarios, ya que no es necesario pasar por caja para pagar, sino que el importe de los productos adquiridos se cobra de forma automática de la cuenta que tienen asociada los clientes de la plataforma. Ahora, la compañía fundada por Jeff Bezos quiere aprovechar estos emplazamientos para conseguir información biométrica de sus usuarios.
Hasta ahora, la inteligencia artificial de las tiendas conseguía identificar a los clientes, enviarles un código a su teléfono para que estos pudieran comprar con tan solo mostrar esa contraseña. Sin embargo, Amazon quiere simplificar el proceso y recabar datos de sus clientes haciendo uso de la biométrica. De esta manera, la empresa americana busca que con tan solo pasar la mano por un lector el cliente quede identificado. Además, para fomentar el uso y animar a los clientes a registrarse, la plataforma está ofreciendo cheques regalo de 10 dólares (8,5 euros) para gastar en cualquier compra que se realice dentro de la web.
De esta manera, los usuarios de Amazon One se podrán registrar con la palma de su mano y recibir 10 dólares de regalo. Así, las siguientes veces que ese cliente acuda a una de las tiendas físicas de la compañía, se podrá identificar solo con la palma de la mano.
Para los clientes, este proceso es mucho más sencillo y fácil, para Amazon es nueva manera de ampliar su base de datos biométricos y mejorar la plataforma. El gigante del comercio electrónico ha anunciado que se reserva el derecho de almacenar estos datos de manera indefinida. De esta manera, la web utilizará todo esto para crear anuncios más personalizados.
Por el momento, este proceso de identificación solamente estará disponible para las tiendas de Estados Unidos y no se prevé que se exporte a la Unión Europea. Además, Amazon lo tendría mucho más complicado, ya que en Europa las leyes de protección de datos son más restrictivas que las estadounidenses.