Nadia Calviño, ministra de Economía, ha dejado la puerta abierta a una posible subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para los meses finales del año si la situación laboral de España continúa recuperándose. De esta manera, Calviño dejaría que Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, consiguiera su propósito de subirlo a finales de año. Por el momento, se desconoce en cuánto subiría, ya que actualmente está en 950 euros. La previsión más optimista apunta a elevarlo progresivamente hasta llegar a los 1.049 euros en 2023. Pero, esta subida no solamente afecta a trabajadores por cuenta ajena y empresarios, sino que también repercute de manera directa en los autónomos, o mejor dicho en la cuota mensual que pagan a la Seguridad Social.
De aumentar finalmente el SMI, se subiría las cuotas de un 30,3% a un 30,6%. Las partidas afectadas serían las cuotas por contingencias profesionales y por cese de actividad. Las de contingencias comunes y formación profesional quedarían igual a las actuales.
Traduciéndolo a número, la cotización por la base mínima subiría de 286 euros a 289 euros, en el peor de los casos. Mientras que los que cotizan por la base máxima pasarían de pagar 1.233 euros a 1.245 euros mensuales. Esto supone una subida anual de 36 euros para los primeros y de 144 para los segundos. No hay que olvidar que este aumento de las cuotas estaba incluido en los Presupuestos generales de 2021, pero quedó congelada debido a la complicada situación económica.
Por el momento, la reforma que estudiaba el Gobierno para que los trabajadores por cuenta propia coticen por ingresos reales está paralizada. Pero, la intención del Ejecutivo es que entrase en vigor en 2023, si finalmente consiguen seguir adelante con ella y aprobarla en el Congreso. Esta nueva normativa sería un palo para la cotización de los autónomos, ya que pasarían a pagar hasta 934 euros extra al mes.
Las cuotas, el gran problema
Según el Estudio Nacional del Autónomo elaborado por Infoautónomos y la Universidad de Granada, el 79% de las bajas se producen por la alta fiscalidad que sufre el colectivo. De hecho, basta con mirar los datos oficiales que reflejan que una vez que se acaba el periodo de bonificación de las cuotas, que tiene una vigencia de 24 meses, solo el 13% de los trabajadores por cuenta propia continúan cotizando.