Era un trámite que llevaba meses en la mesa del Consejo de Ministros y finalmente el Ejecutivo ha decidido dar luz verde a la operación. Se trata de la OPA lanzada en enero por IFM sobre el 22,69% de Naturgy a un precio de 24 euros por acción y que el lunes rebajó a 22,07 euros, tras descontar el dividendo a cuenta de 0,3 euros por título que la compañía abonará esta semana y el dividendo de 0,63 euros que repartió el pasado mes de marzo.
La ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha sido la encargada de anunciar el acuerdo del Consejo de Ministros para aprobar con condiciones la operación.
Esas condiciones pasan porque durante al menos 5 años IFM, el fondo de pensiones australiano, estará obligado a apoyar las inversiones que decida la compañía vinculadas a la transición energética. Además, tendrá que mantener su sede en España y la mayoría de la plantilla.
La operación debía contar con el visto bueno del Ejecutivo, que tras el estallido de la crisis de la covid se reservó la potestad de tener que aprobar la compra de participaciones superior al 10% en las empresas estratégicas, como las energéticas, por parte de inversores de fuera de la Unión Europea o de la Asociación Europea de Libre Comercio.
En rueda de prensa, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó que se trata de una operación "singular" sobre una empresa que es "estratégica", y que, a pesar de dar la "bienvenida" a la inversión extranjera, debe ser concebida como una "oportunidad que ayude a consolidar con robustez el marco normativo y la transición energética" y con "garantías y cautela".
Condiciones
En concreto, la aprobación de la operación de IFM para entrar en el capital de Naturgy, aprobada a propuesta del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, esta condicionada a que en un plazo de cinco años de la liquidación de la OPA el fondo deberá apoyar las inversiones de la sociedad en proyectos de transición energética en España que contribuyan a generar valor, así como a mantener el domicilio y sede de la compañía en España y "una parte significativa" de la plantilla en España.
Dividendos
Además, IFM deberá respaldar una política de dividendos "prudente" y una política de endeudamiento externo que permita mantener esta ratio, sin superar los niveles recomendados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Igualmente, IFM no podrá apoyar ninguna propuesta de desinversión distinta de las reflejadas en el plan estratégico que se presente y que implique perder el control de las filiales con las que el grupo realiza sus actividades estratégicas en España.
Tampoco podrá respaldar la exclusión de Naturgy de las Bolsas españolas durante los próximos tres años. El incumplimiento de las condiciones por IFM supondrá la revocación de la inversión y supondrá una infracción "muy grave", ha incidido Ribera.
La oferta de IFM, condicionada a alcanzar un nivel mínimo de aceptación de, al menos, el 17% del capital social de la energética, ha reducido su precio hasta los 22,07 euros por título, desde los 23 euros iniciales, tras descontarse los dos dividendos abonados por Naturgy a sus accionistas desde que se anunció la oferta.
Así, se sitúa actualmente apenas un 1,7% por encima del precio de cotización de la compañía, cuyos títulos se intercambian en el mercado este martes a 22,69 euros.
El fondo también ha reiterado su vocación de permanencia como accionista de largo plazo, así como su intención de contar con representación en el consejo de administración.
Además, IFM trasladó al grupo energético su apoyo en la transición energética y a las inversiones necesarias, así como su respaldo a una política de dividendos sostenible.