Los ataques a la fiscalidad de la Comunidad de Madrid no cesan. "Dumping", "competencia desleal", "independentismo fiscal", "efecto capilaridad"… Los partidos de la oposición aprovechan cualquier ocasión para repetir hasta la saciedad las mismas acusaciones contra la región de Isabel Díaz Ayuso. El presidente valenciano, Ximo Puig, ha sido de los últimos en cargar duramente contra los bajos impuestos de Madrid. Sucedió hace 10 días en un acto al que el socialista acudió en la capital y sus palabras todavía siguen teniendo repercusión.
En esa ocasión, la novedad fue que Ximo Puig pidió un impuesto "específico" para que las rentas madrileñas "reequilibren y aporten un espacio de solidaridad. Tiene que haber reequilibro" insistió. Esas rentas sobre las que Puig cargaría su tributo extra, "evidentemente, no serían medias ni bajas", dijo el barón socialista sin especificar a partir de qué nivel de ingresos situaría a los perjudicados. El destino del dinero recaudado sería el de costear el supuesto privilegio que tiene Madrid por ser la capital de España y el de sufragar el teórico perjuicio que estaría provocando al resto de regiones con su política fiscal de impuestos bajos.
Madrid aporta 88.000 millones y reciben 20.000
Como ya ha publicado Libre Mercado en reiteradas ocasiones, los argumentos a los que acuden los que pretender freír a impuestos a los madrileños hacen aguas. Una de las acusaciones más falaces es la que califica de "insolidaria" a Madrid. En este punto, la realidad no podría ser más reveladora, porque la Comunidad de Madrid es la región que más aporta al Estado y la que menos recibe de sus aportaciones.
En concreto, la región de Díaz Ayuso recibió de la caja común apenas el 23% de lo que ingresó en 2019. Y no fue precisamente poco el dinero que aportaron los contribuyentes madrileños al resto de España ese año, ya que según los últimos datos de liquidación a los que ha tenido acceso este periódico, Madrid aportó 87.877 millones de euros al Estado con los grandes impuestos (IRPF, IVA y los Impuestos Especiales), lo que supone un récord histórico en la recaudación de esta autonomía. Esto significa que los madrileños sólo recibieron 20.240 millones de euros de los casi 88.000 que ingresaron.
En las siguientes tablas se observa la relación entre lo que ha recaudado la Agencia Tributaria en Madrid (en 2017, 2018 y 2019) y lo que el Estado le transfirió a la región a través del Sistema de Financiación Autonómica.
Los datos desmontan la ‘madrileñofobia’
De estos datos se sacan varias conclusiones que desmontan la guerra autonómica a la fiscalidad de Madrid. La primera es que cuanto mejor le va económicamente a Madrid, mejor le va al resto de España, ya que la región es la mayor contribuyente neta del país. Tanto es así, que Madrid aporta en torno al 68% del sistema de solidaridad interterritorial (más de 4.000 millones) frente al 25,5% de Cataluña o el 6,6% de Baleares. Este caja solidaria es la que garantiza las regiones menos prósperas tengan mejores servicios públicos en sanidad o educación.
Además, con Madrid, la curva de Laffer vuelve a demostrar que las bajadas de impuestos pueden suponer un aumento de la recaudación fiscal y viceversa. Así, en la siguiente tabla vemos que la región de Ayuso es la que más recauda de España por el tramo autonómico del IRPF (que representa en torno al 50%) y, además, donde más aumentó la recaudación. Todo ello, pese a tener el tramo del IRPF más bajo del país. También en este caso, Madrid nunca había tenido una recaudación tan alta por el impuesto sobre la renta. Y en 2022, entrará en vigor la medida estrella de Ayuso: la rebaja de medio punto en el IRPF en todos los tramos.
A pesar de que sus argumentos caen por su propio eso, Puig va muy en serio con su propuesta de aplicar un impuesto especifico a Madrid y se la piensa trasladar al comité de expertos de María Jesús Montero. Este comité de expertos creado por la ministra de Hacienda también está analizando la armonización fiscal de los impuestos autonómicos, que pretende obligar a las CCAA con impuestos bajos, como Madrid, a subir Sucesiones o Patrimonio.
De hecho, el efecto de la curva de Laffer vuelve a notarse en Madrid con los impuestos autonómicos, que están en mínimos. Y es que, Madrid fue la segunda región que más recaudó por impuestos cedidos en 2019 (herencias, Patrimonio, AJD…) sólo por detrás de Cataluña, la segunda economía del país y uno de los territorios que más grava a sus ciudadanos.
