Golpe de efecto y cortina de humo del Gobierno. El Ministerio de Hacienda perdona a las comunidades autónomas la devolución de 3.900 millones de euros de los anticipos recibidos a cuenta en 2020. De ese dinero, a la Generalidad de Cataluña le tocaba devolver al Estado 1.024 millones de euros, el 25% del total. En el caso de Madrid, el monto es de 431 millones. Pero la condonación tiene un precio. La titular de Hacienda, María Jesús Montero, vinculó el maná autonómico a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
El mecanismo es simple, las comunidades deberán devolver primero el dinero y en los Presupuestos se incluirá una partida de 3.900 millones destinada a las comunidades autónomas. Lo comido por lo servido, pero siempre que se aprueben las cuentas del Estado. De lo contrario, las regiones tendrán que devolver lo sobrante del anticipo y punto.
En las previsiones del Gobierno pesa también el hecho de que será prácticamente imposible arbitrar un nuevo sistema de financiación autonómica, de modo que esta condonación otorga a las regiones una cierta capacidad presupuestaria.
La condonación coincidió con la presencia en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del consejero catalán de Economía, Jaume Giró, avisado de que la reunión serviría para insuflar capacidad económica en una Generalidad con las arcas tiritando. A cambio, sólo es necesario que ERC confirme su visto bueno a los Presupuestos, apoyo que caerá por su propio peso por el mecanismo arbitrado por el ministerio de Montero.
Además, la ministra anunció que el Estado pagará a las comunidades 3.900 millones al objeto de compensar el mes sin ingresos por IVA de 2017, pleito ganado por las regiones en los tribunales. Pero las supuestas "gangas" no terminaron ahí. El Gobierno aumentará las entregas a cuenta bajo la previsión de aumentar la recaudación en 2022 en un 4,6%. Tal cálculo facilitará el envío a las comunidades de 112.200 millones el próximo año, una cifra "histórica" según el Ejecutivo e "insuficiente" según las comunidades gobernadas por el PP para afrontar la factura sanitaria causada por el coronavirus.
El consejero Giró terminó encantado. En principio no quería participar de la reunión, pero a tenor de lo sustanciado acabó diciendo que fue "muy positiva". Sin embargo, los guiños del Gobierno a la Generalidad no han alterado la previsión del presidente regional Pere Aragonès, que mantiene su negativa a asistir a la conferencia de presidentes autonómicos que se celebrará mañana en Salamanca y en la que Sánchez pretende el agradecimiento de las autoridades regionales por su supuesta magnanimidad económica.