Viajar al espacio ya no es solo cosa de astronautas gracias a empresas como Virgin Galactic o Blue Origin, que ya han hecho las primeras pruebas de viajes espaciales con humanos. Ahora lo único que se necesita para ver la Tierra desde fuera es mucho dinero. Los billetes que ofrecen estas compañías no están al alcance de todos los bolsillos, solo de aquellos más adinerados.
Blue Origin todavía no ha anunciado el precio oficial de los pasajes, pero Jeff Bezos ya ha asegurado que la intención es realizar cada vez más vuelos y que los interesados deberán escribir un correo a la empresa para tener más información. Eso sí, en la primera subasta realizada por la compañía para viajar al espacio un usuario, del que no se conoce la identidad, pagó 28 millones de dólares (23,8 millones de euros) para subirse a bordo del primer vuelo de Blue Origin.
La forma de viajar al espacio que ofrece Blue Origin es diferente a la de sus competidores. Aquí no hay pilotos, tan solo un cohete que se lanza verticalmente al espacio y una cápsula, que es la que se desprende para alcanzar los 100 kilómetros de altura. Después, cuando llega a esa distancia regresa al planeta colgada de tres paracaídas.
Por el momento, la que lleva la delantera es Virgin Galactic, de Richard Branson. La compañía ya ha anunciado que comenzará sus operaciones comerciales a principios del próximo año tras los éxitos realizados en los vuelos de prueba. Hasta ahora, ya se han vendido 600 billetes y se espera poder realizar 400 vuelos cada año.
La empresa de Branson vende los billetes a un precio de 250.000 dólares (213.000 euros) y entre los compradores se encuentran Justin Bieber o Leonardo DiCaprio, que no quieren perderse el vuelo espacial. La compañía ha creado un sorteo para que dos personas puedan subirse a bordo de uno de los aviones sin tener que desembolsar esa cantidad de dinero.
La diferencia con Blue Origin es que este viaje se realiza en un avión similar a un jet privado y que alcanza los 80 kilómetros de altitud. Después, desciende planeando. Es decir, es un vuelo más similar al tradicional, pero tomando mucha más altura. Los seis pasajeros que pueden viajar experimentan la sensación de ingravidez y, además, podrán observar la curvatura de la tierra.
SpaceX
La empresa de Elon Musk tiene un objetivo todavía más ambicioso: enviar durante 10 días a los turistas al espacio exterior. En este caso, se alcanzan los 400 kilómetros de distancia de la tierra y se podrá vivir como un astronauta. Eso sí, por el momento el precio estimado por pasaje es de 55 millones de dólares (46,7 millones de euros).