Desde la resolución del Ministerio de Transición Ecológica del pasado 26 de noviembre para demoler la presa de Los Toranes (Teruel) en el río Mijares, la disputa entre los vecinos, los políticos de la zona y los ecologistas aún sigue latente a la espera de la decisión del Tribunal Superior de Justicia.
Y es que, cada vez es más creciente el rechazo por parte de grupos ecologistas a las presas. Tanto es así, que han enviado una carta a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, apoyando su decisión de derribar esta construcción. La misiva está firmada por más 45 organizaciones ecologistas, entre las que se encuentra Ecologistas en Acción, World Wildlife Fund (WWF) o AEMS Ríos con Vida.
En el texto aseguran que "la eliminación de presas obsoletas es una parte fundamental del compromiso para frenar la hecatombe de biodiversidad que está ocurriendo en todas las partes del mundo. La conservación y restauración de la salud de los ríos es parte central de la lucha contra la creciente pérdida de biodiversidad porque la mayor concentración de la misma se encuentra en los ecosistemas fluviales y en las zonas húmedas. El desmantelamiento de la presa de Los Toranes es parte de la Estrategia de la Biodiversidad 2030 de la UE, que busca devolver el caudal natural a 25.000 Kms de ríos".
La carta, sin embargo, parece ignorar —o, peor aún, omitir— la natural transformación del entorno por parte del ser humano para su desarrollo. Así, las tierras de labranza, las carreteras o incluso las instalaciones de fuentes de energías renovables, como la eólica o la solar, suponen modificaciones medioambientales que, para estos grupos ecologistas, no se sabe bien por qué intereses, son aceptables, al contrario que la presa turolense de Los Toranes.
Afectados vs ecologistas
Por ello, en el municipio de Olba, los afectados defienden la rentabilidad y la sostenibilidad de la instalación, además de su importancia en cuanto a regadíos, incendios e incluso turismo. Su alcalde carga contra los ecologistas: "Me hacen gracia, no ven el territorio en su conjunto, hay que pensar en la economía, en mantener la población". Los ecologistas se quejan de que "esta presa ni siquiera cuenta con un paso para los peces" y de que es contraria "al interés público, a las exigencias medioambientales y al plan hidrológico", recoge El País. "Estas centrales no dan trabajo a nadie del entorno", aseguran.
También desde Albentosa y San Agustín, municipios de la zona, se oponen a la demolición, y el propio Gobierno de Aragón ya propuso que se declarase la presa como Bien de Interés Cultural para frenar su derribo. Hasta el PSOE de Teruel reivindica la protección y conservación de la presa de Los Toranes.
Con el fin de la concesión pública de la presa a Iberdrola en 2017, la compañía se niega a asumir el coste de demolición, por lo que es por eso que el caso está en los tribunales.
España es el país europeo con más presas
El caso de la presa de Los Toranes no es único ni mucho menos. Según datos del Ministerio de Transición Ecológica y del Ministerio de Agricultura, España cuenta con 1.225 grandes presas y figura como el quinto país del mundo y primero de la Unión Europea en este tipo de obras en el Inventario de Presas y Embalses que manejan ambos Ministerios.
Al igual que en el caso de Iberdrola con la presa en el Mijares, las concesiones de 30 de estas instalaciones caducarán en los próximos años. Una vez ocurra, el Estado deberá decidir nuevamente entre si mantiene su gestión, una posible licitación pública o su derribo, donde entrará de nuevo la incoherente y contradictoria oposición de estos grupos ecologistas.