La diana ESADE reconoció en 2020 al Instituto de Estudios Económicos como el equipo de análisis económico que mejor predijo la evolución del PIB. Habida cuenta de lo difícil que fue realizar ejercicios predictivos en plena pandemia, había mucha expectación por conocer el Informe de Coyuntura Económica que el IEE ha elaborado en este primer semestre de 2021.
El think tank asociado a CEOE apunta en su informe que "el avance de la vacunación, junto con la relajación de las restricciones sanitarias, están favoreciendo el fortalecimiento de la economía y haciendo que la recuperación mundial gane intensidad en el segundo trimestre de 2021. De cara al conjunto del año 2021, la previsión de crecimiento se ha elevado al 5,6-6%, mientras que en 2022 se espera un avance del 4,3-4,4%. Desde 2023, se normalizarían las tasas de aumento del PIB, en torno al 3,5% y en línea con los niveles promedio de la etapa anterior a la crisis".
Pero, más allá de la evolución internacional, ¿qué ocurrirá con la producción en nuestro país? Según el estudio, "en la primera mitad de 2021, la economía española ha estado muy condicionada por la evolución de la crisis sanitaria y las restricciones asociadas. No obstante, el comienzo del proceso de vacunación ha supuesto un punto de inflexión. Si en el primer trimestre veíamos que el crecimiento experimentaba un retroceso del 0,4%, en el segundo hemos visto una mejora notable de las expectativas y esperamos una tasa de crecimiento significativo que puede empujar al alza la tendencia del segundo semestre del año"
"La mejora del PIB se explica por la vacunación, la recuperación gradual del turismo, el ahorro de las familias, el contexto expansivo de la política fiscal y monetaria, la mayor disponibilidad de crédito y la inyección de los fondos europeos. Nuestra previsión es que el PIB aumente un 5,4% en 2021 y crezca otro 5,7% en 2022. Esto significa que los niveles PIB previos a la crisis no se recuperarán hasta finales del próximo año", advierte el documento.
Sin embargo, el IEE advierte de que el empleo no mostrará un crecimiento como el PIB, ni en 2021 ni en 2022, "debido a la normalización de la productividad perdida en 2020 y la reincorporación de trabajadores en ERTE. Además, pensamos que parte de los parados que pasaron a ser inactivos durante la pandemia podrían volver a incrementar las cifras de desocupados. De modo que pensamos que la tasa de paro se estabilizará en 2021 alrededor del 15,5% y en 2022 se moderará solamente hasta el 15%"
"El gasto público sigue aumentando y se estima que el déficit disminuirá menos de lo deseable, puesto que cerrará el año 2021 en el 8,6% del PIB y terminará el 2022 en el 6,2% del PIB, repercutiendo en nuevos aumentos de la deuda pública y alentando un nuevo elemento de debilidad para la economía española. Es necesario, por tanto, dadas estas debilidades de las finanzas públicas y las amenazas del entorno sobre la viabilidad de nuestro Estado de Bienestar, que se diseñe una estrategia de consolidación fiscal orientada a asegurar un entorno económico estable y previsible y que contemple como principales objetivos la reducción tanto del déficit estructural como de los niveles de deuda pública, que ya llegan al 120% del PIB", apuntan desde el Instituto.
"Ahora bien, el camino hacia la necesaria consolidación fiscal ha de ser el de la contención y la mejora de la eficiencia del gasto, habida cuenta de los perjuicios sobre la actividad económica que tienen las alzas impositivas, la vía menos dañina, y más eficaz a largo plazo, para abordar la necesaria reducción del déficit, pasa por la contención del gasto. Así, si el incremento de los impuestos tiene una elevada incidencia negativa sobre la actividad y el empleo, que además se prolongan durante un largo período de tiempo, la contención del gasto asegura un efecto positivo a medio plazo, ya que genera confianza en los agentes acerca de la credibilidad del proceso de consolidación fiscal", concluye el estudio.
El documento del IEE se consagra a la memoria del profesor Juergen B. Donges, recientemente fallecido. Durante más de cuatro décadas, el economista hispano-alemán se encargó de coordinar las reuniones de expertos que sirven de base para elaborar este informe semestral de gran prestigio en círculos economistas y empresariales.