Desde el campo hasta el plato de un restaurante. La guerra contra la carne del ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha movilizado a toda la cadena de valor. Por ello, ayer martes los portavoces de todos los sectores afectados por la polémica campaña del líder de IU dieron una rueda de prensa para presentar su contracampaña y así responder a "la desinformación y los bulos".
Desde que la semana pasada el ministro comunista lanzara su dura campaña bautizada como "Menos Carne más vida", con el objetivo de persuadir a los consumidores españoles de que reduzcan su ingesta de carne, a Garzón no le han parado de llover las críticas. Uno de los primeros en arrancar el acto fue el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Pedro Barato, que criticó "los ataques gratuitos y la demonización de un sector, ya sea vía impuestos, vía ataques al empleo, vía ataques a productos como el aceite, el azúcar o ahora la carne. Esto no es no es bueno". Barato lamentó los "mensajes negativos" que recibe el sector agrario de "gente irresponsable, alguno de ellos ministros", que considera que tienen que se contrarrestados con "la verdad".
¿Llegará el impuesto?
Libre Mercado preguntó a los presentes, precisamente, por si temen una futura implantación de un impuesto específico a la carne. Ya se sabe que elevar la fiscalidad es el siguiente paso que suelen dar los políticos cuando empiezan a demonizar sectores o productos. En los últimos tiempos, la justificación para establecer más tributos suele coincidir en la protección de la salud del ciudadano o del medioambiente. Justo los argumentos que da Garzón para atacar a la carne.
Aunque el ministro todavía no ha hablado de aplicar más fiscalidad a este producto, el líder de IU ha empezado por criticar su bajo precio. La semana pasada, el ministro cargaba contra las bandejas de carne "baratas provenientes de macrogranjas" que pueden encontrarse en los supermercados porque "llenan las tripas de forma rápida, saciante y económica". Por eso, quiere incentivar a la población a reducir su consumo. ¿Y qué herramientas utilizan los políticos cuando pretenden forzar al ciudadano a dejar de comprar cualquier producto? Efectivamente, los impuestos.
Además, el ministro de Consumo ya tiene experiencia en este tipo de estrategias fiscales. El 1 de enero de 2021, entró en vigor la subida del IVA de las "bebidas con azúcares o edulcorantes añadidos" del 10% al 21% con el objetivo de "fomentar hábitos más saludables" entre la población. El Ministerio de Consumo fue uno de los impulsores de ese tributo justificándolo en "acabar con la obesidad infantil" y en que "el azúcar mata". A pesar de estos argumentos, también incluyó en la subida de impuestos a las bebidas light y zero dejando de manifiesto su carácter recaudatorio. Durante su campaña contra la carne, Garzón ha comparado en varias ocasiones este producto con el azúcar y el tabaco, donde más del 80% de su precio son impuestos.
Además, países como Alemania llevan años debatiendo la posibilidad de aplicar un impuesto a la carne y esta propuesta también llegó al Parlamento Europeo por parte de una coalición de organizaciones holandesas. No es descabellado que pudiera ponerse encima de la mesa también en España.
Por todos estos motivos, el sector tema la llegada del hipotético impuesto. "Hay muchísima preocupación" ha reconocido el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, que ha criticado que "cualquier medida impositiva con los alimentos tiene un afán recaudatorio porque no cambia los hábitos de consumo. No se puede vestir de salud, algo que es recaudatorio y que afecta a los más desfavorecidos. Estamos muy preocupados con que este Gobierno tenga ese cariz", añadió. En la misma linea fue el presidente de COAG, Miguel Padilla, que advirtió de que un posible impuesto a la carne sería una "barbaridad", ya que sería hacerla "menos accesible a las rentas más bajas".
"No hay un problema" con las macrogranjas
Aunque ninguno de los presentes quiso calificar de "bulo" a la campaña de Garzón, sí la acusaron de ser "irresponsable" y de estar cargada de "inexactitudes". Padilla añadió que "ya sabemos que consumir cualquier producto en exceso es malo".
Para el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Agustín Herrero, Garzón ha abordado su campaña "de forma muy inadecuada" y "tendenciosa" , por lo que "nos hemos sentido dolidos". Herrero niega que en España haya un "problema" con las macrograjas porque "el 90% de las explotaciones son pequeñas y medianas", que además, "tienen una función de prevención de incendios, de mantenimiento de la vida rural y tenemos una normativa de bienestar animal que se cumple". Herrero también quiso poner en valor que "en los momentos más duros de la pandemia, la cadena agroalimentaria ha funcionado perfectamente hasta llegar al consumidor final" que ha estado abastecido.
En este sentido, Padilla denunció que "se dice que el 14,5% de los gases de efecto invernadero provienen del sector ganadero, cuando, primero, ese dato se refiere a todo el primario", pero tampoco se dan las cifras de "la mitigación positiva que tienen, por ejemplo, la plantación de arboles".
Pedro Barato criticó que Garzón "coge datos mundiales, cuando debería haber cogido los nacionales" y que "nadie esta hablando de que la carne tiene mucha vitamina B12, por ejemplo, solo están poniendo en valor los productos que quiere Bill Gates".
La industria asegura que "el sector de los alimentos y bebidas es uno de los más expuestos a las fake news, llegando a representar el 30% de los bulos que circulan en las redes sociales en 2019 y casi la mitad en 2022, según el estudio de Gartner Consultores para CECU". Por ello ha lanzado #somosNutrisentatos que "tiene entre sus objetivos aportar sentido común a muchas cuestiones relacionadas con la nutrición y la salud e incentivar a los ciudadanos a que acudan a fuentes fiables y que cuenten con rigor científico".