El comportamiento del empleo vuelve a ser marcadamente peor en España que en otros países de la Unión Europea. Durante el último año y medio, el paro ha llegado a crecer tres veces más en España que en la UE-27, y todo sin contar los afectados por ERTE o ceses de actividad.
Aunque el gobierno de Pedro Sánchez aduce que la pandemia explica el aumento del paro, debido al peso que tienen sectores específicos como el turismo, lo cierto es que el impacto que ha tenido la crisis del coronavirus en los indicadores de ocupación ha sido mucho más intenso en nuestro país que en otras economías de nuestro entorno.
Si nos fijamos en los boletines mensuales de empleo que publica la agencia estadística comunitaria Eurostat podemos ver que el paro medio en la UE-27 ascendía el pasado mes de mayo al 7,3%. En el caso de la Eurozona, este indicador es ligeramente más alto, puesto que alcanza un 7,9%. Por el contrario, España cerró el quinto mes del año con un desempleo del 15,3%, duplicando los niveles observados en el Viejo Continente.
Pero lo más llamativo de todo es que el paro se ha comportado mucho peor en España que en las demás potencias turísticas del Sur de Europa. Solo Grecia presenta un nivel de paro comparable al nuestro, con un desempleo del 15,4%. No obstante, al menos el país heleno puede consolarse sabiendo que sus indicadores de mortalidad por coronavirus figuran entre los mejores de Europa, mientras que España no solo es líder en decesos por covid-19 sino que también encabeza los rankings de paro y recesión.
Francia, un país con el que competimos de forma directa a la hora de atraer turismo y que también debe un peso importante de su economía a la entrada de visitantes foráneos, registra un desempleo del 7,5%. Croacia, que cuenta con el handicap de ser una economía mucho menos diversificada y próspera que la nuestra, tiene no obstante un nivel de paro claramente menor, que alcanza el 7,9%.
Italia, con quien compartimos el triste honor de haber cerrado la pandemia con los peores indicadores sanitarios y económicos, registra un desempleo del 10,5%, marcadamente por debajo de los datos que se anota España. En Chipre, este indicador es aún más bajo, ya que apenas alcanza el 9,9%. Por su parte, en Malta solo se observa una desocupación del 3,7%, mientras que nuestra vecina Portugal presenta un 7,2% de paro.
De modo que la brecha entre España y el resto de potencias turísticas del Sur de Europa es muy evidente y nuestros indicadores de empleo se colocan en niveles escandalosamente superiores a los que registran tales mercados.