La Comisión Europea sigue diseñando la introducción de un nuevo impuesto aplicado al transporte aéreo. Sin embargo, en Bruselas tienen claro que esta medida no debe recaer sobre todos los segmentos de la aviación, de modo que ya están tramitando una regulación específica que exime del pago del tributo a los aviones privados y los aviones de mercancías.
De acuerdo con la información que adelanta Argus Media, agencia de noticias especializada en el sector energético, el borrador que ha preparado la Comisión Europea saldrá a la luz el próximo 14 de julio y no incluirá la "aviación de negocios", entendiendo como tal los vuelos operados por empresas para cumplir con su actividad mercantil. Además, Bruselas plantea también la posibilidad de eximir de la base imponible del nuevo tributo los desplazamientos en jet privado que se produzcan "por ocio o placer".
El pasado mes de mayo, el centro de estudios Transport & Environment publicó un informe en el que denunciaba que los jet privados que operan en el espacio aéreo comunitario han aumentado un 31% sus emisiones de CO2 entre los años 2005 y 2019. El grueso de dicho aumento estaría vinculado a la temporada de verano, cuando el uso de estos servicios es más recurrente.
Por su parte, la organización patronal Airlines 4 Europe ha alzado la voz ante la propuesta de la Comisión Europea, argumentando que el refuerzo de la fiscalidad aplicada al transporte aéreo no puede llegar en peor momento para la industria, cuyos niveles de deuda ascienden a 550.000 millones de euros y cuyos resultados han sufrido notablemente la crisis del covid-19, con pérdidas récord.
No hay que olvidar que el esquema de emisiones de CO2 de la Unión Europea será actualizado próximamente y los sectores económicos más vinculados a este tipo de normativas temen un nuevo encarecimiento de los derechos que, en la práctica, actuaría como una tasa más sobre su actividad. En España, por ejemplo, los ingresos obtenidos por los derechos de emisión de CO2 vienen de aumentar en 1.100 millones durante el pasado año, a pesar de que las emisiones bajaron más de un 10%.