Cada vez son más las personas que optan por las casas prefabricadas para construir su hogar o para una segunda residencia en un terreno en propiedad. Sin embargo, los trámites no son tan sencillos como comprar el terreno –si no se tenía previamente–, comprar la casa prefabricada e instalarla. Se necesitan diversos trámites burocráticos, aunque por el momento no hay ninguna normativa específica que regule los pasos a seguir y los requisitos que se deben cumplir.
Pese a ello, hay una diferencia normativa entre las casas modulares y las que son móviles. En el primer caso, se trata de viviendas que deben asentarse sobre unos cimientos y precisan de suministros como el agua y la luz. Mientras que, en el segundo, son viviendas que se ponen sobre un terreno y que se pueden trasladar fácilmente. Además, cuentan con su propio sistema eléctrico y de agua. Por eso, las primeras se consideran bienes inmuebles y las segundas, bienes muebles.
En el caso de las viviendas móviles no se necesita licencia de obra, pero es recomendable consultar con el ayuntamiento de la localidad para conocer qué normativa hay a este respecto. En el caso de las prefabricadas, sí necesitan esta licencia. De hecho, los requisitos y las licencias son los mismos que si se construyera una casa de obra normal. "Las viviendas prefabricadas necesitan licencias para construir y ejecutar labores de obra, contar con un proyecto visado por el Colegio de Arquitectos correspondiente, además de cumplir con la normativa urbanística, autonómica, local y técnica", explican en Zarca.es.
Sin embargo, en el primer caso sí se necesita una licencia urbanística, aunque depende de cada comunidad autónoma. "Las consecuencias derivadas de la instalación de una de estas casetas prefabricadas, es la imputación por delito urbanístico. En nuestra opinión, la instalación de una mobil home no es constitutivo de delito, ya que en el Código Penal se establece que para ser considerado delito debe levantarse sobre suelo especialmente protegido y tener carácter de "construcción u obra", pero la realidad es que son muchos los procesos penales existentes por esto y, aunque son muchos los casos que acaban siendo sobreseídos, la realidad es que existen otros tantos que sí acaban con una condena", recogen en la web de Velez Dorado.
De hecho, en la Comunidad de Madrid las sanciones graves pueden ir de los 30.000 a los 600.000 euros y las muy graves pueden llegar, incluso, a los 3 millones de euros. Por eso, en ambos casos es recomendable seguir el procedimiento para evitarse sustos por parte de los reguladores, según Business Insider.
Exactamente lo mismo sucede en la normativa catalana, pero con una diferencia en los importes. En este caso, instalar una casa prefabricada móvil sin licencia (o una casa prefabricada normal o cualquier construcción convencional), llevaría aparejada una multa grave (hasta 150.000 euros) o muy grave (hasta 1.500.000 euros), también dependiendo del tipo de suelo.