La situación económica de los países emergentes suele alejarse, bastante, de la que viven las principales potencias mundiales. En Venezuela, la falta de valor del bolívar llevó a los venezolanos a utilizar estos billetes como material para hacer bolsos. Ahora, en el Líbano la crisis financiera del país ha hecho que los libaneses opten por invertir en compañías que exportan bebidas espirituosas al resto del mundo, en lugar de mantener sus ahorros en su cuenta bancaria.
Lo cierto es que el contexto económico que vive el país es muy preocupante. Desde finales de 2019, las cuentas de depósito denominadas en dólares permanecen bloqueadas debido al desplome de la libra libanesa arrastrando consigo al sistema financiero. Por eso, la alternativa al bloqueo la han encontrado en la inversión en compañías libanesas que exporten bienes al extranjero y así poder acceder a una moneda fuerte, como el dólar. De hecho, a los depósitos bloqueados desde hace ya más de año y medio se conoce como 'lólares’ de forma popular.
La normativa permite que los depositantes puedan seguir emitiendo cheques en sus cuentas de dólares, pero no pueden utilizarse en el extranjero y si se canjean por moneda local, pierden el 75% del valor. Por eso, esta situación ha provocado que los ahorradores libaneses tengan que ver la inversión como alternativa e incluso el mercado negro para poder acceder al dólar estadounidense.
El CEO de la compañía Beer, dedicada a la exportación de cerveza libanesa al resto del mundo, ha llegado a asegurar que "si inviertes en mí tus dólares ‘atrapados’, te los devolveré en dólares frescos", según una entrevista que recoge El Economista. Pero esta no es la única compañía que ha surgido como alternativa, también la exportadora de ginebra The Three Brothers se ha convertido en uno de los vehículos de inversión favoritos de los ahorradores. De hecho, las empresas exportadoras han reducido la demanda de crédito debido a la financiación que están obteniendo por el interés de los inversores.
Aunque el banco central está haciendo intentos para paliar este curioso fenómeno, parece que sigue sin ser suficiente y sigue sin convencer a los libaneses que siguen viendo más seguro invertir, que dejar su dinero en el banco.