Las granjas europeas tendrán que eliminar las jaulas para la cría de animales antes de 2027 si sale adelante la propuesta realizada por el Parlamento Europeo, que ha pedido a la Comisión que revise la directiva relativa a la protección y el bienestar de los animales en las explotaciones ganaderas. Los productores españoles advierten de que esta medida supondrá la desaparición de las granjas más castigadas por la crisis y una subida considerable del precio de la carne de pollo y conejo para los consumidores.
La Eurocámara ha apoyado la iniciativa ciudadana denominada End the Cage Age (No más jaulas) que denuncia que "cientos de millones de animales de granja de la UE se mantienen en jaulas durante la mayor parte de su vida, lo que les provoca un gran sufrimiento". Por ese motivo reclaman a la Comisión Europea que ponga fin al "trato inhumano de los animales de granja" y proponga una legislación para prohibir el uso de "jaulas para gallinas ponedoras, conejos, pollitas, reproductoras de pollos de engorde, reproductoras de gallinas ponedoras, codornices, patos y gansos; parideras y celdas individuales para cerdas y boxes individuales para terneros".
La iniciativa, amparada y financiada por el movimiento británico Compassion in World Farming, se registró el 5 de septiembre de 2018 con 1,4 millones de firmas, de las cuales 85.756 se recogieron en España. El pasado 10 de junio, el pleno de la Eurocámara aprobó la propuesta con 558 votos a favor, 37 en contra y 85 abstenciones, y ha pedido a la Comisión que proponga instrumentos legislativos para terminar con la utilización de las jaulas en la ganadería de la Unión de aquí a 2027, "de manera gradual y con un periodo de transición adecuado."
"Puede colocar al sector en banca rota"
La iniciativa ha generado mucho nerviosismo entre los productores españoles, especialmente en el sector del conejo y la gallina. Jaume Bernis, responsable de ganadería en COAG, insiste en que desde la coordinadora están a favor de cualquier medida que conlleve un aumento del bienestar animal, pero también recuerda que "para cumplir la normativa, hay que aumentar los metros cuadrados de las explotaciones. ¿Y quién va a pagar ese sobrecoste? ¿Se va a trasladar a la cadena alimentaria con una subida del precio del kilo de conejo o de pollo?" cuestiona Bernis.
Por ese motivo, reclama que "se haga un estudio del impacto que supondrá este cambio en cada sector. Porque está muy bien que los animales consigan el máximo bienestar posible, pero eso no podemos poner en riesgo la supervivencia de los ganaderos. Hay que buscar un equilibrio". La preocupación de los ganaderos es grande y muchos de ellos todavía se están recuperando de la crisis generada por la pandemia y el descenso de la demanda de carne. "No salimos de una para entrar en otra. Cuando parece que volvemos a la normalidad, te llega una reglamentación nueva. Y lo que va a venir nos puede colocar en banca rota al sector".
Dicen los eurodiputados que "la eliminación gradual de las jaulas debe basarse en un enfoque por especies" para comprender las características de cada animal con una evaluación "con criterios científicos". Precisamente los agricultores dudan mucho del escaso criterio científico de los eurodiputados que votaron a favor de la propuesta ciudadana: "¿A quién se le ocurre poner una coneja que acaba de parir en el suelo? Sacar a una madre de la jaula puede suponer un problema tremendo porque son muy recelosas a la hora de proteger a las crías y eso puede generar una batalla campal entre madres", explica Bernis.
No conocen la realidad del sector
"La gente que ha votado no conoce la realidad del sector. Cogen la inercia del movimiento generalizado por proteger a los animales o la moda de las dietas con menos carne y se hace una pelota grande en Europa que cuando se traslada a pie de granja, los ganaderos no lo entienden. Los eurodiputados no conocen la realidad que hay dentro de una granja de gallinas y los ganaderos están preocupados porque se toman las decisiones sin conocer la realidad del sector", afirma Bernis.
El Parlamento Europeo ha recomendado que antes de adoptar cualquier cambio en la legislación, "los granjeros y criadores deben contar con un periodo transitorio lo suficientemente largo y con el apoyo necesario, que puede incluir servicios de asesoramiento y formación e incentivos financieros, para evitar la pérdida de competitividad y el traslado de la producción a países fuera de la UE". A pesar de ello, desde COAG estiman que la propuesta podría suponer el fin de las explotaciones ganaderas de pollos y conejos más pequeñas. "Si vamos hacia lo que marca Europa, necesitamos un estudio de costes y tendremos que hablar con el Ministerio de Agricultura para que habilite una línea de fondos", concluye Bernis.