La reunificación de deuda supone agrupar todos los préstamos e hipotecas que se tengan contraídos en un solo préstamo. De este modo, solo habrá que afrontar el pago de una única cuota mensual de una cuantía menor a la suma de las cuotas diferentes a las que había que hacer frente. Dicho de otro modo, se reúnen deudas para reducir considerablemente lo que se paga al mes. En contrapartida, se incrementa el plazo de amortización y el coste final de la operación por los intereses.
Si te preguntas cómo reunificar deudas, tienes que saber que de esta operación solo se pueden ocupar empresas especializadas: las mediadoras. Estas nos permiten unificar préstamos e hipotecas que se tengan con diferentes entidades bancarias o con diferentes tipos de interés. También podemos reunificar las deudas a través de una entidad bancaria con la que tengamos la mayor parte de préstamos o hipotecas pendientes.
El proceso de reunificación
¿Cómo puedo reunificar mis deudas? Seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta. Lo primero es que la empresa mediadora estudie el caso concreto. Se analizarán las deudas, los intereses y los plazos de amortización. Se trata de que, una vez aprobada la operación, se pueda empezar a negociar con las diferentes entidades bancarias las nuevas condiciones de pago.
Cuando el proceso esté en marcha, se cancelarán todos nuestros préstamos e hipotecas para reunificarlos en una sola hipoteca con las nuevas condiciones negociadas. Esta nueva hipoteca sumará el total de nuestras deudas pendientes y tendrá un nuevo tipo de interés y un nuevo plazo de amortización, habitualmente más largo para reducir así la cuota mensual a pagar.
Gastos derivados de la reunificación de deudas
Además del coste en intereses, hay otros gastos. Teniendo en cuenta que los préstamos de reunificación de deuda implican la cancelación anticipada de todos los préstamos, lo más común es que haya que pagar las consabidas comisiones por cancelación o amortización anticipada.
Además, para unir las deudas hay que formalizar la apertura de una nueva hipoteca, con todos los gastos asociados: comisión por apertura de hipoteca, costes de tasación de la vivienda o inmueble hipotecado, impuesto de actos jurídicos documentados y honorarios de la notaría.
Por último, si se opta por gestionar la reunificación a través de una agencia mediadora, hay que tener en cuenta que esta tendrá sus propias tarifas. En caso de reunificar las deudas a través del banco, estos no suelen cobrar comisiones.
Requisitos para reunificar deudas
El primero es que no se puede optar por unificar unas deudas y no otras. Es decir, hay que agrupar todos y cada uno de los préstamos que se tengan bajo una misma hipoteca.
El segundo requisito es que la cuantía de la nueva hipoteca no supere el 80% del valor del bien hipotecado. Lo habitual es que se pidan también los habituales requisitos que se dan para la concesión de cualquier hipoteca: ingresos mensuales estables y demostrables, no estar en ninguna lista de morosos y presentar un avalista.
Como ves, los beneficios de la reunificación de deudas son evidentes pero hay muchas variables que tener en cuenta.