Suiza se caracteriza por varias cosas y, una de ellas, es la de hacer referéndums para consultar a su población sobre las decisiones más importantes en materia política. Hace un año decidieron votar que ‘no’ al salario mínimo, en 2016 votaron que ‘no’ a la renta básica universal en el país y en marzo decidieron prohibir el burka y ocultar el rostro. Ahora, los suizos han decidido votar que ‘no’ a la prohibición de los pesticidas sintéticos.
"Es una elección de razón y pragmatismo, una elección que garantiza el futuro de nuestra agricultura y asegura la seguridad alimentaria de nuestro país. Este doble "no" da al mundo agrícola la oportunidad de continuar con sus reformas de transición hacia una producción más sostenible", aseguró el presidente suizo, Guy Parmelin, en una conferencia de prensa.
La ley pedía prohibir los pesticidas sintéticos en un plazo máximo de 10 años y las importaciones de alimentos producidos en el extranjero que utilicen o contengan estos productos. Una normativa que fue rechazada por el 60,56% de la población suiza. En esta misma consulta, también se preguntó a los electores sobre las subvenciones públicas a los agricultores que no utilicen este tipo de pesticidas. Pero, también fue rechazada por un 60,68% de la población.
Ambas iniciativas fueron apoyadas por los ecologistas y la izquierda, pero la Confederación las consideró peligrosas para la soberanía alimentaria del país. Suiza es también uno de los mayores fabricantes de productos fitosanitarios.
Ley de CO2
Los suizos también rechazaron, con un 51,59% de los votos, la ley sobre el CO2, que preveía la introducción de impuestos sobre el diésel y el gas natural, así como sobre los billetes de avión desde Suiza. La ley también proponía que los importadores de gasolina y gasóleo paguen una compensación por las emisiones de carbono, que puede repercutirse en parte en los precios en el surtidor. El objetivo de estas medidas era reducir las emisiones de CO2 en un 50% para 2030 en comparación con 1990. Pero los críticos de la ley de CO2 los consideraron demasiado negativos para el poder adquisitivo de los suizos.
"El voto negativo de hoy no es un voto negativo a la protección del clima. Mucha gente quiere reforzar la protección del clima, pero no de esta manera", dijo el ministro de Medio Ambiente y Energía. "El cambio climático sigue siendo urgente, por lo que debemos avanzar y encontrar una forma de hacerlo muy rápidamente".