Son varios los países que están trabajando en crear su propia criptomoneda nacional, aunque en estos momentos no se ha puesto en marcha ninguna propuesta sólida. Curiosamente, los mercados emergentes, como Rusia son los que están llevando la delantera en adaptar esta tecnología al dinero fiat tradicional. Hace solo unos meses, el Banco Central Europeo anunció el inicio de un plan para desarrollar el llamado "euro digital". Sin embargo, al Gobierno de Pedro Sánchez no le basta con esta propuesta de Bruselas y ha decidido llevar al Congreso una Proposición no de Ley para crear una moneda digital pública española. Al parecer, y a rasgos generales, esta divisa estaría ligada al euro digital.
Se trata de impulsar una CBDC o Central Bank Digital Currency (Moneda Digital de un Banco Central) de origen español y ligada a euro. Aunque, por el momento lo que se creará es una comisión de estudio. En el texto presentado por el PSOE se puede leer lo siguiente: "El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a impulsar, en colaboración con el Banco de España, la creación de un Grupo de Estudios para evaluar la posible implantación de un euro digital como moneda pública digital (CBDC) que permita ofrecer una mayor estabilidad financiera tanto a la economía española como al conjunto de la eurozona, y recupere el carácter del dinero como bien público y bajo control democrático".
Aunque el llamado euro digital está en fase de preparación, pruebas y estudios, España quiere estudiar la variante nacional de este avance monetario que quiere impulsar el BCE. Por el momento, todo se encuentra en estado embrionario y se desconoce si cuando el euro digital sea una realidad, si es que llega a serlo, los países pueden añadir variantes nacionales. Lo cierto es que Francia también está colaborando con Suiza para la creación de un CBDC y sus posibles impactos en la economía.
El euro digital
Por el momento, se encuentra en fase de estudios por las posibles consecuencias para el sistema financiero. Ya que, por un lado, facilitará los pagos haciéndolo todo más digital y automatizado. Pero, por otro lado, este método de pago crearía una vía directa entre los ciudadanos y el propio Banco Central Europeo, donde cada uno tendría un depósito. Esto podría suponer que muchos ciudadanos optaran por dejar su dinero en euros digitales en el BCE en lugar de en su entidad bancaria. Por eso, el proyecto todavía está en fase embrionaria y se están estudiando todas las variantes y posibles consecuencias.
Otro efecto del euro digital será un mayor control de los capitales. La propia Christine Lagarde, presidenta del BCE, aseguró que sería una buena arma para luchar contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Por tanto, no tendría el anonimato que sí tiene el bitcoin.