El Gobierno acelera el golpe a los conductores. Según la última versión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aprobado esta semana por la Comisión Europea, el Ejecutivo se ha comprometido a tener listo el sistema de peajes en las autovías antes del 30 de junio de 2022, apenas en un año, para su aplicación a partir de 2024.
En concreto, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia recoge "el establecimiento de un mecanismo de las carreteras de alta intensidad y la implementación de planes de movilidad de pago por uso urbano" y el desarrollo de "un sistema de pago por uso de la red de vías de alta capacidad que permita cubrir los costes de mantenimiento e integrar las externalidades negativas del transporte por carretera".
Además, en uno de sus anexos se establece la fecha prevista para "la creación de un mecanismo de pago por el uso de las carreteras del Estado que comenzaría a funcionar a partir de 2024".
Precisamente este anexo ha sido el detonante de que desde el PP hayan planteado si el ministro Ábalos "faltó a la verdad en su intervención" al asegurar que lo reflejado en el plan era "solo una reflexión", calificando el contenido del anexo de "compromiso oculto con la Unión Europea". "Este anexo ha sido ocultado hasta ahora por parte del Gobierno de Sánchez y solo se ha conocido este compromiso a través de la publicación realizada ayer por parte de la Comisión Europea", concluye el PP.
Por ello, el PP pregunta al Gobierno con qué objeto ocultó esta parte del plan, por qué no hizo referencia al mismo el ministro Ábalos al ser preguntado por ello en la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Baja y por qué lo condicionó a un consenso "a pesar de haberse comprometido con la Comisión Europea a implantarlo en una fecha determinada".
Los conductores pagarán aún más impuestos
Dentro de la enorme subida impositiva que contempla el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para los próximos años, la gran variedad de impuestos a la circulación y los impuestos ‘anticoche’ se llevan la palma.
Los impuestos al diésel, el de matriculación y el de circulación son los principales tributos que prevé subir el Gobierno, a pesar de que cada conductor ya pague en torno a 1.000 euros al año en impuestos, según los datos de la patronal de fabricantes de automóviles Anfac.