AliExpress, Alibaba, JD.com, Pinduoduo y ahora también Shein se une a los gigantes del comercio electrónico chinos. La compañía nacida en 2008 superó los 10.000 millones de dólares (8.220 millones de euros) de facturación en 2020 y la valoración supera los 12.300 millones de euros. Aunque todavía no cotiza en bolsa, la compañía británica Arcadia ya se ha interesado en comprar la empresa asiática, pero la operación no fructificó.
El éxito de esta empresa reside en los bajos precios a los que vende sus productos y a la relación que tiene con los influencers de Instagram y TikTok. Es una compañía dirigida, principalmente, a la generación Z y por eso su mayor apuesta se encuentra en las redes sociales. Es frecuente ver a usuarios populares de Instagram anunciado ropa de la compañía o incluso ofreciendo ofertas exclusivas para los usuarios que lleguen mediante códigos personalizados. Además, en la aplicación también anuncian ofertas ‘flash’ que duran pocas horas.
El principal atractivo que juega a su favor es que no cuenta con tiendas físicas y, por ese mismo motivo, apenas ha notado la crisis generada por el Covid-19. De hecho, su facturación aumentó durante la pandemia. Sin embargo, todavía no se han anunciado planes de posibles salidas a bolsa para seguir expandiéndose, pero ha conseguido ser la aplicación de compra de ropa online más descargada en 56 países.
Un misterio
Lo cierto es que todo lo que envuelve a la compañía y su fundación es un misterio. Se desconoce quién es su fundador y actual presidente. Algunos se refieren al fundador como Cris Xu o Yangtian Xu, pero lo cierto es que su identidad sigue siendo desconocida. Por otro lado, según la web de la empresa, Shein pertenece a un conglomerado llamado ZoeTop Business Co. Por tanto, al no cotizar en bolsa la información de la empresa es mucho menos accesible.
Sin embargo, según Forbes, la empresa ha realizado varias rondas de financiación que han hecho que la valoración se sitúe en los 15.000 millones de dólares (12.300 millones de euros). Pero no se conoce el número de usuarios activos, la evolución de la facturación o la deuda que tenga la compañía. Pese a ello, los números de la empresa no paran de mejorar y de crecer.