El Gobierno de Pedro Sánchez y las élites globales, entre las que destacan los grandes multimillonarios y empresarios de los sectores tecnológicos, están inmersos en cambiar los hábitos alimenticios de los ciudadanos con la excusa del cambio climático y el cuidado del medio ambiente. En España, la máxima referente de este movimiento es la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, cuya influencia en esta cuestión es más relevante que la del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
En el programa Es la Mañana de Federico de esRadio el presidente de Asaja, Pedro Barato, ha asegurado en este sentido que los planes que tiene Pedro Sánchez para la ganadería son "una auténtica aberración y una barbaridad". Ha criticado que se les acuse a los ganaderos de ser contaminantes cuando "somos el 7% a la hora de contaminar". "Somos los que contaminamos pero descontaminamos mucho más", ha apuntado.
Por ese motivo, Barato ha destacado que "este Gobierno que tanto habla de la España vaciada no ha hecho ni una ley a favor del campo". Ha pedido que ya que "quien contamina paga, quien descontamina tiene que cobrar". El presidente de Asaja ha añadido que "cuando esta ganadería deje de existir, ¿qué va a haber ahí?". "Habrá más lobos que niños, que ganaderos, que personas en los pueblos, y es la política que está haciendo esta gente en estos momentos".
También ha indicado que "hay muchas formas de ayudar", pero cuando "un país con 5 millones de parados tenga que estar haciendo convenios con Honduras o Marruecos porque no hay mano de obra para trabajar es una contradicción". Pedro Barato ha dicho que "si quiere usted ayudar en el mundo rural, es muy fácil: Seguridad Social, al 50%; el kilovatio/hora no lo podemos pagar como en la Castellana". "Pagamos hasta por no consumir", se ha quejado.
Pedro Barato también ha hablado de cómo el ministerio de Transición Ecológica está influyendo en las políticas que se están tomando por parte del Gobierno y se ha puesto por encima de Luis Planas. Ha indicado que "no voy a defender yo a nadie, pero, desde luego, el ministro está muy condicionado, en este caso, por la vicepresidencia cuarta". El ministerio de Transición Ecológica tiene que dar "el visto bueno" para que salgan adelante las medidas.
El presidente de Asaja ha criticado que los magnates de las telecomunicaciones como Bill Gates intenten "controlar nuestra alimentación". Los grupos y lobbys que están presionando a las administraciones "tienen en sus manos toda la propaganda para hacer valer que estas cosas son buenas", ha dicho sobre la llamada carne de laboratorio o la carne vegetal o el consumo de insectos. Cree que "todos estos grupos verdes y radicales nos llevan ahí".
Además ha hablado de cómo se utiliza desde Europa a la agricultura cuando hay problemas con terceros países como Rusia, EEUU o Marruecos. Ha señalado que "en todos los acuerdos que se están haciendo la agricultura siempre ha sido moneda de cambio" y que se hace "dumping" cuando se importan alimentos de zonas que tienen menos controles y peores condiciones que las que hay en la UE.
Los dos problemas inmediatos del campo
El presidente de Asaja ha descrito los dos problemas más inmediatos que tienen la agricultura y la ganadería. El primero es "la negociación de la PAC". Pedro Barato se ha quejado de que desde las instituciones comunitarias les piden "hacer más cosas con menos dinero". Cree que tanto "el Gobierno" como "Bruselas" están "poniendo más trabas". Sobre la Política Agraria Común ha recordado que "el que más se beneficia es el consumidor".
Barato ha añadido que el otro problema que es el agua. Ha señalado que "donde hay agua no hay despoblación, hay riqueza". En este sentido ha recordado la idea del Plan Hidrológico Nacional y que ya no se construyen embalses. También ha añadido que prohibir cualquier trasvase "es una barbaridad".
Otro de los asuntos que ha comentado es el problema de la prohibición de la caza del lobo. Ha recordado que el miércoles hay una manifestación "para decirle a Teresa Ribera que deje ya de hacer cacicadas". Ha recordado que esta prohibición se aprobó contando con CCAA en las que no hay lobos como Ceuta, Melilla o Canarias y sin hacer caso a las que tienen "más del 90%" de los lobos de España.