El Gobierno ha puesto en marcha un nuevo sistema de precios de la electricidad la misma semana que la luz ha alcanzado niveles un 50% más caros que hace un año. No deja de ser llamativo que cuando Pedro Sánchez, Alberto Garzón o Irene Montero estaban en la oposición criticaran duramente subidas mucho menos acusadas con el PP en el Gobierno.
Aunque el Ejecutivo promete que su nuevo sistema de tarificación horaria permitirá ahorrar luz a los consumidores (si hacen uso de la energía en las horas baratas, claro), su funcionamiento no ha convencido ni a las eléctricas, ni a las asociaciones de consumidores, ni a las de empresarios. Este nuevo sistema de precios irá unido a un recorte de 1.000 millones en la retribución de hidráulicas y nucleares. Manuel Fernández Ordóñez experto energético y referente en el sector de las nucleares, desmonta con Libre Mercado todos los argumentos imprecisos o erróneos que giran en tonos a este cambio.
1- ¿A qué consumidores afectan los nuevos precios por horas de la luz?, ¿se acabaron las tarifas planas de las eléctricas?
A todos los consumidores. A los a los 11 millones de hogares que cuentan con una tarifa del mercado regulado o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y a los del mercado libre. Todavía no está claro cómo afectarán a esos clientes que tienen contratadas esas tarifas planas (en el mercado libre) y que pagan siempre lo mismo por la energía. Si el consumidor tiene un contrato ya firmado, lo normal es que mantenga sus condiciones hasta que este acabe y, luego ya, dependerá de la política comercial de cada empresa. Lo que está claro es que, si a las compañías les cuesta más la energía, lo van a repercutir en el precio.
2- ¿Quiénes van a ser los principales perjudicados por el sistema de luz por horas?
Los productores industriales (el sector secundario) y todos los negocios que no estén activos por la noche o los fines de semana, que es cuando será más barata la luz. Los restaurantes o los hoteles, donde sus horas de comida o de cena coinciden con las horas de luz más caras, también, sin olvidar al comercio. Que el sábado y el domingo sea más barata la luz, no les compensará el gasto de lunes a viernes. También penaliza al teletrabajo, ya que muchos empleados tendrán que costear la energía más cara en horario laboral, al igual que sus empresas, porque siempre queda alguien en la oficina.
Para los hogares españoles el cambio será menos significativo: algunos pagarán 4 o 5 euros al mes más que antes y, otros, 4 o 5 euros menos.
3- ¿A qué se debe la subida del 44% de la luz en el último año?
A los altos precios del gas (la energía cuyo uso se combina con las renovables) y a que se han disparado los derechos de emisión de CO2 (una tasa que Europa obliga a pagar a las energías contaminantes, cuyos derechos cotizan en el mercado y que genera unos suculentos ingresos a Hacienda). A día de hoy, el coste ronda los 50 euros por tonelada de CO2 emitida (tal y como publicó El Mundo, el Estado ingresará este año 2.200 millones por esta tasa, el doble de lo que se venía ingresando hasta ahora). Si esto sigue así, alcanzaremos el verano con la luz más cara de la historia.
4 - ¿ El Gobierno cargará 1.000 millones a nucleares e hidráulicas para compensar los beneficios caídos del cielo?, ¿existen?, ¿qué son?
Los beneficios caídos del cielo (windfall profits) no existen. El Gobierno usa una interpretación falsa para justificar sus medidas intervencionistas. Es cierto que la nuclear y la hidráulica ofrecen su energía al precio más bajo (en las subastas del mercado mayorista) y que luego cobran más de lo que ofrecieron (se paga la energía al precio más alto), pero eso no significa que sus costes de producción sean los del precio al que ofrecen la energía, simplemente, es que no les interesa dejar de producir. A una central no le compensa parar, por eso, prefiere ofrecer el precio más bajo. No les caen del cielo ningunos beneficios, se trata de una subasta. Afirmarlo significa que no saben cómo funciona el mercado.
5- Precisamente las energías más perjudicadas van a ser las que menos contaminan…
Efectivamente. La nuclear y la hidráulica no emiten CO2 y van a pagar por ello. Lo que quiere el Gobierno es expropiarles sus beneficios con un claro afán recaudatorio. No hay más.
6- La fiebre por las renovables ha vuelto a España impulsada por Europa, ¿hay peligro de cometer los mismos errores del pasado y volver a cargar a consumidores o contribuyentes con más subvenciones?
Bienvenidas sean las renovables siempre que sea el mercado el que decida si quiere instalarlas o no. Las renovables ya son una energía madura que no necesita subvenciones, por eso no creo que haya peligro. Eso sí, hasta dentro de 8 o 10 años no terminaremos de pagar las que les dimos hace varias décadas. Lo importante es que sean los agentes privados los que compitan entre ellos en este sector.
7- ¿Y favorece el Gobierno esa competencia?
No. Porque la mayor barrera de entrada de la inversión es la inseguridad jurídica y con cambios tan radicales en el sector de la energía, como los que está tomando, es imposible generar confianza.
8- ¿Un sistema 100% renovable es posible?
Tampoco. Las renovables son baratas, pero son intermitentes, por lo que necesitan otra energía que las respalde porque no siempre llueve o no siempre hace sol o viento. La nuclear es la opción más limpia que hay, podría servir perfectamente, pero se han empeñado en demonizarla y acabar con ella.
9- Entonces, ¿qué hay que hacer para bajar el recibo de la luz?
Sin duda bajar impuestos. No puede ser que la luz pague un IVA del 21%, pero este no es el único; están el impuesto de la electricidad, los impuestos autonómicos, los derechos de emisiones de CO2... Lo que hay que hacer es eliminar los costes políticos, sólo así bajará la factura.