La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido la nueva factura de la luz, que ha entrado en vigor este martes, ya que considera que abaratará el recibo, aunque ha asegurado que "no recomendaría a su madre que se levantará a las dos de la mañana para planchar".
"De todas formas, leo cosas y veo memes en las redes sociales que no son ciertas. Yo no recomendaría a mi madre que se levantara a las dos de la mañana para planchar", ha afirmado en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, subrayando que "hay toda una variedad de horarios con tarifas muy rentables".
A pesar de estas declaraciones ha sido la propia cuenta oficial de su ministerio la que lleva promocionando varios días las horas más baratas de la electricidad, entre las que está el horario de madrugada. "Ahorrar te será más fácil", ha presumido el departamento de Ribera, que ha coloreado en verde las franjas de madrugada.
La #NuevaFacturaEléctrica tendrá 3⃣ tramos de consumo energético⚡️
🔴Hora punta
🟡Hora llana
🟢Hora valleAdemás todo el fin de semana y los festivos pasan a ser hora valle 🟢
Esto significa que el consumo en las horas llanas 🟡 o valle 🟢 será más barato que en horas punta🔴 pic.twitter.com/bq4lJWQ7Gr
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) May 29, 2021
La ministra respaldaba así el nuevo sistema diseñado por el Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Así, 10.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 22.00 la electricidad será más cara (punta), mientras que de 00.00 a 8.00 horas y los fines de semana tendrá el precio más barato (valle).
Ribera subrayó que, más allá de las anécdotas, el sistema "en efecto promedio producirá una reducción sin tomar ninguna medida". Así, si se es "cuidadoso" con un consumo en las horas denominadas llana o valle será mayor el ahorro, mientras que si se consume más en las más caras, la factura será "cara".
El Consejo de Ministros ha acordado iniciar la tramitación de un anteproyecto de ley con el que reducir las retribuciones de las nucleares y las hidráulicas, que supondrá un recorte de unos 1.000 millones de euros en la retribución que reciben las eléctricas.
Lo que Ribera no explica es que las compañías afectadas podrían trasladar ese nuevo coste el coste a sus clientes. Tampoco cuenta que la energía de España tiene los mayores impuestos de Europa y que el Gobierno no piensa bajarlos.