El ministro británico de Economía, George Osborne, anunció hoy que el próximo gobernador del Banco de Inglaterra será el canadiense Mark Carney, actual gobernador del Banco de Canadá y que pedirá la nacionalidad británica. Carney, de 47 años, sustituirá a Mervyn King, de 64 años que el 30 de junio próximo termina su mandato de diez años como gobernador al frente de la institución bancaria.
El nuevo responsable del banco emisor británico, que concluirá su actual mandato en el Banco de Canadá el próximo mayo, solicitará la nacionalidad británica, según un portavoz del Tesoro británico. La elección de Carney como sustituto de King ha sido una gran sorpresa pues desde hace meses sonaba como claro favorito el nombre del actual "número dos" del Banco de Inglaterra, Paul Tucker, si bien hace unos meses sus opciones parecieron reducirse al verse salpicado por el escándalo de la manipulación del Libor y su cercanía con los directivos del Barclays.
El otro posible candidato al que se ha impuesto Carney era el director de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés, regulador del sector), Lord Adair Turner. Al anunciar hoy ante los Comunes el nombre del nuevo gobernador, Osborne subrayó que Carney "aportará una nueva perspectiva" y dijo que "cuenta con todo lo que se necesita" para ocupar ese cargo.
"Mi responsabilidad era lograr lo mejor para el Reino Unido y lo hemos conseguido con Mark Carney", afirmó el ministro, quién subrayó además que el sustituto de King es "el banquero más sobresaliente de su generación con experiencia sin parangón en regulación financiera". En su mandato de ocho años tendrá más poderes que King pues el Banco de Inglaterra, además de fijar los tipos de interés y controlar la inflación, asumirá más labores de supervisión del sistema financiero con el fin de evitar crisis como la vivida en 2008.
Según una reforma que promueve el Gobierno conservador, el Banco de Inglaterra vigilará las instituciones de la City y será el encargado de preservar la estabilidad financiera. Conocido como "la vieja dama" de la calle Threadneedle, donde está ubicada su sede, el Banco de Inglaterra tiene como objetivo promover y mantener la estabilidad financiera y monetaria, y contribuir de esa forma a la salud de la economía británica. La entidad, emisora de la libra esterlina, fue fundada en 1694, nacionalizada el 1 de marzo de 1946, y convertida en una institución independiente del Gobierno en 1997.