La cofundadora de Black Lives Matter, Patrisse Cullors, una "marxista entrenada", tal y como ella misma se define, ha calificado el mercado inmobiliario americano de "racista", después de comprarse hace tan solo unas semanas una mansión valorada en 1.4 millones de euros. Un inmueble que se suma a otras tres viviendas de lujo que la comunista adquirió en estos últimos años.
Cullors ha querido defenderse de la forma más disparatada posible de la lluvia de críticas que le ha caído por su doble moral y el enriquecimiento de su cartera gracias a la macro-organización izquierdista Black Lives Matter. De este forma, la estadounidense ha dicho que adquirió el gasto en vivienda de lujo es una forma de luchar contra el "supremacismo blanco de Estados Unidos", una justificación de la que se han burlado hasta varios excolaboradores de BLM. Sus antiguos compañeros han criticado el oscurantismo de la financiación de BLM y la pérdida del rastro de 90 millones de dólares, según informó la agencia Associated Press y recogió este diario.
La activista victimizada compartió un enlace al documental de NPR We Hold These Truths, en el que se expone a las agencias inmobiliarias americanas tratándolas de racistas. Unos hechos que contrastan con la experiencia de Cullors, quien no ha tenido ningún problema en comprar su cuarta casa en el barrio de Topanga Canyon, (California), una zona en la que el 98% de los vecinos son blancos, según desveló el diario New York Post.
"Gracias @npr por destacar la historia del racismo dentro del mercado de la vivienda. La propiedad de inmueble de un negro siempre ha sido una forma de interrumpir la supremacía blanca", escribió Cullors en sus redes sociales en referencia al documental que, sesgando datos, indica que los negros han sido discriminados en materia de vivienda y con la política gubernamental.
Amparándose en el documental izquierdista, la cofundadora de BLM, que ya no sabe cómo justificarse, insiste en que compró esas cuatro mansiones como una forma de "luchar por la justicia racial" y con el objetivo de "desalentar la supremacía blanca". Y por si estos mantras no colaran en la opinión pública, Cullors ha querido dar pena tirando de problemas familiares y montando numeritos televisivos lacrimógenos.
"La forma en que vivo mi vida es en apoyo directo a la gente negra, incluidos los miembros de mi familia negra. Hay mucha gente negra que invierte en ellos y en su comunidad, otros deciden invertir en su familia, y eso es lo que yo elegí hacer. Tengo un hijo, tengo un hermano que tiene una enfermedad mental grave al que cuido, ayudo a mi madre y apoyo a muchos otros miembros de mi familia ", alegaba en una entrevista el mes pasado.
En conclusión, según estas declaraciones, Cullors ha utilizado la excusa del "bien común" para su enriquecimiento propio y personal. Un clásico de primer curso de "Comunismo". Nada nuevo bajo el sol.