Nerviosismo entre los autónomos. El Gobierno ha puesto sobre la mesa las primeras cifras de su plan para obligar a los trabajadores por cuenta propia a cotizar por los ingresos reales. En un documento filtrado a varios medios, el Ministerio de Seguridad Social ha propuesto que la cuota de los autónomos comience a oscilar entre 13 tramos que irán entre los 90 y los 1.220 euros al mes. Eso sí, el objetivo de José Luis Escrivá es alcanzar esas cifras dentro de 9 años. Mientras tanto, en 2023, comenzará un periodo transitorio que también traerá consigo nuevas cotizaciones.
A día de hoy, la base mínima de cotización de los autónomos es de 944 euros y la máxima es de 4.070 euros. Los que cotizan por la mínima pagan una cuota de unos 286 euros al mes al Estado, mientras que los que lo hacen por la máxima desembolsan unos 1.208 euros. Ahora, el autónomo decide la base en la que quiere tributar y el 80% de los físicos elige hacerlo por la mínima. Es decir, decide pagar 286 euros.
En la naturaleza del autónomo está la libertad de gestionarse su propio dinero, horarios, clientes, pero también la de elegir base, que va unida a la cantidad de coberturas que quiere que le cubra el Estado. Los políticos "por el bien" de los autónomos llevan años obligándoles a financiar cada vez más partidas para cubrir prestaciones por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, pero la cotización por los ingresos reales va a suponer un giro de 180 grados a su figura y va a arrebatarles buena parte de su autonomía. De nuevo, también lo justifican en que lo hacen "por su bien". Así, estarán más protegidos por el Estado y será más justo.
En 2023 cerca de 1 millón pagarán más
Lo cierto es que, con la fórmula de Escrivá, muchos autónomos pagarán una mensualidad menor, pero otros tantos verán hasta quintuplicada su cuota mensual. Para 2023, primer año de la entrada en vigor de la medida, el Gobierno ha establecido:
- 200 euros al mes para los autónomos que tengan unos rendimientos de 3.000 euros o menos.
- 215 euros para quienes tengan ingresos que oscilen entre 3.000 euros y 6.000 euros.
- 230 euros para quienes tengan unos ingresos superiores a 6.000 euros, pero inferiores a 9.000 euros.
- 245 euros para los que tengan unos ingresos de entre 9.000 y 12.600 euros.
- 260 euros para los de 12.600 a 17.000 euros de ingresos anuales.
- 275 euros para los de 17.000 euros a 22.000 euros.
- 290 euros para los de 22.000 a 27.000 euros.
- 305 euros para los de 27.000 a 32.000 euros.
- 320 euros para los de 32.000 a 37.000 euros.
- 340 euros para los de 37.000 a 42.000 euros.
- 360 euros para los de 42.000 a 47.000 euros.
- 380 euros para los de 47.000 a 48.841 euros.
- 400 euros si se tienen unos rendimientos superiores a 48.841 euros anuales.
Hagamos cuentas. Con este primer planteamiento, vemos que los autónomos que ganen hasta 22.000 euros verán reducida su cuota. Ellos serán los grandes beneficiados de la reforma de Escrivá.
Sin embargo, a partir de esa cuantía, todos los autónomos pagarán más. Dicho de otra forma, el Gobierno pretende subirle los impuestos a todos los autónomos que ganen más de 22.000 euros en 2023 y que coticen por la base mínima. ¿Se trata de los más ricos? ¿De las clases privilegiadas con las que "hay margen" para subir la fiscalidad? Según el INE, el salario bruto medio anual en España es de 24.009 euros, por lo que ni siquiera se le podría considerar clase media a los autónomos que ganan 22.000 euros.
Pero, ¿y cuántos autónomos en España ganan más de esa modesta cantidad? La siguiente tabla muestra los rendimientos que obtuvo cada uno de los 3 millones de autónomos que hay en España. Si sumamos todos los autónomos desde la franja 8, que son los que ganan entre 20.000 y 30.000 euros, el resultado es que más de un millón de autónomos (exactamente, 1.040.622) se verían perjudicados por el palo de la Seguridad Social. Esta es una cifra aproximada. Probablemente, la real se sitúe por debajo de esta barrera, ya que el planteamiento del Gobierno es que la cuota de autónomos comience a subir a partir de 22.000 euros (y estamos contando desde 20.000). Además, como ya hemos dicho, el 20% cotiza por bases superiores y lo estamos comparando en todo momento con la mínima, que es la que usa el 80% de los autónomos físicos.
Para los autónomos que ganen de 22.000 a 27.000 euros la subida sería de 4 euros al mes, o 48 euros al año, que puede suponer una cantidad insignificante, pero cuanto más se incrementan los ingresos, las cuotas se disparan. Por ejemplo, los que ganen entre 32.000 y 37.000 euros tendrán que pagar 34 euros más al mes dentro de dos años, mientras que los que tengan unos rendimientos superiores a 48.841 euros anuales pagarán 114 euros. Dicho de otra forma, casi 280.000 autónomos pagarán un 40% más de impuestos en menos de dos años. Este golpe al bolsillo de los autónomos que más ganan podría suponer un desincentivo a la generación de riqueza e incluso, una invitación a la economía sumergida.
Desde los 17.000 euros un tercio pagará más
Una vez que finalice el periodo de despliegue de la reforma de 9 años, a partir de 2031, las cuotas correspondientes a cada uno de los trece tramos (con ajustes vinculados a la inflación) serán todavía mayores para muchos autónomos:
- 90 euros al mes para quienes ganen menos de 3.000 euros.
- 120 euros para quienes ingresen de 3.000 a 6.000 euros netos al año.
- 185 euros para los autónomos con rendimientos de entre 6.000 y 9.000 euros.
- 235 euros para quienes ganen entre 9.000 y 12.600 euros al año.
- 275 euros si se gana entre 12.600 y 17.000 euros.
- 305 euros si los ingresos son de entre 17.000 y 22.000 euros.
- 425 euros para rendimientos que oscilen entre los 22.000 y los 27.000 euros.
- 545 euros para quienes ganen entre 27.000 y 32.000 euros al año.
- 670 euros para quienes tengan rendimientos de entre 32.000 y 37.000 euros.
- 800 euros al mes para 37.000 a 42.000 euros.
- 935 euros para 42.000 a 47.000 euros
- 1.075 euros para 47.000 a 48.841 euros.
- 1.220 euros mensuales para quienes ingresen más de 48.841 euros al año.
Por tanto, pasados esos 9 años de transición, el sablazo es todavía mayor, porque pagarán más todos los autónomos a partir de 17.000 euros, lo que ya supera el 1.300.000 de autónomos afectados (sumando desde la mitad de los más de 500.000 autónomos que ganan entre 12.000 y 20.000 euros en España, la franja con más contribuyentes).
Así, los trabajadores por cuenta propia que obtengan ingresos de más de 17.000 euros tendrán que desembolsar 19 euros más que ahora, que son 228 euros más al año. Suma y sigue. Los que obtengan entre 22.000 y los 27.000 euros, una cifra de ingresos nada opulenta, tendrán que pagar 139 euros más al mes, la friolera de 1.668 euros más al año. Otra franja es la de los que estén entre los 27.000 y 32.000 euros al año, que pagarán 259 euros más al mes, casi el doble que ahora. Y así se van multiplicando las cuotas hasta los que más ganan. Por tanto, los casi 280.000 autónomos que ganan más de 48.841 euros anuales pagarán 934 euros más que si pagarán la cuota mínima, es decir, casi 5 veces más que lo que les correspondería a día de hoy y 11.208 euros al año. Suponiendo que no todos estos coticen por la cuota mínima y que solo lo hiciera el 80%, estaríamos hablando de más de 224.000 autónomos pagando 934 euros más de cuota.
Aunque el Ejecutivo de Sánchez se escude en el bien de los autónomos para vender su reforma, ya que más de la mitad de ellos pagará menos, hay que dejar claro que la reforma se hace para recaudar más, por lo que los impuestos de los autónomos que menos paguen quedarán compensados de lejos con los perjudicados. Fuentes del departamento que dirige José Luis Escrivá aseguran a este periódico que todavía no hay nada cerrado y que están pendientes del diálogo social. A las asociaciones de autónomos, aunque apoyan la cotización por ingresos reales, les ha indignado la medida por su contenido y porque no había sido informados previamente. "Es una deslealtad", aseguran. En Libre Mercado ya publicamos los inconvenientes de obligar a estos trabajadores a cotizar por sus ingresos reales.