El Programa de Estabilidad remitido por el gobierno de España a la Comisión Europea pone de manifiesto el preocupante escenario macroeconómico que enfrenta nuestro país. Si se cumplen las previsiones remitidas por Moncloa, el paro seguirá rondando el 13% a finales de 2024 y el PIB no alcanzará los niveles de 2019 hasta bien entrado 2022 o comienzos de 2023.
La variable laboral tiene especial relevancia, porque el paro español duplica la media europea. Según el cuadro presentado por el Ejecutivo, el empleo crecerá un 4% en 2021, dos puntos y medio por debajo del ritmo de aumento del PIB, que será del 6,5% si se cumplen las previsiones de la Administración Sánchez. Por comparación, el modelo previo a la pandemia presentaba un 2% de aumento en el PIB con un 2,3% de crecimiento en el empleo.
Esta preocupante tendencia también se observa en las previsiones para 2022, 2023 y 2024, años en que se anticipa un crecimiento del PIB del 7%, 3,5% y 2,1%, frente a una expansión del empleo del 2,7%, 1,1% y 0,9%. En cada uno de estos ejercicios, el ritmo de aumento del trabajo se sitúa por debajo de la tasa de crecimiento de la producción.
Estamos, pues, ante un reconocimiento implícito de que el escenario laboral va a deteriorarse con fuerza. Basta con comparar el comportamiento del mercado de trabajo en 2019 con la previsión para 2021, 2022, 2023 o 2024 para comprobar que el gobierno admite que el ritmo de creación de empleo está cada vez más alejado de la capacidad de crecimiento de la economía.
Demoledores datos del primer trimestre
Por otro lado, es importante recalcar que, aunque los datos del gobierno apuntan que el PIB aumentará un 6,5% en 2021, el dato oficial para el primer trimestre ya ha salido a la luz y apunta a un descenso del 0,5%, mientras que los indicadores adelantados de abril reflejan que tampoco en el cuarto mes del año se ha producido una mejora suficiente.
Partiendo de esa base, alcanzar un crecimiento del 6,5% parece muy difícil, de modo que el gobierno, que planteó un aumento del PIB del 9,8% en sus Presupuestos para 2021, se podría volver a ver forzado a revisar a la baja sus previsiones, como ya ha ocurrido con el déficit público o con la deuda acumulada por las Administraciones.
Fuentes consultadas por Libre Mercado anticipan que uno de los servicios de estudios más influyentes de nuestro país presentará próximamente una estimación de crecimiento comprendida entre el 4,5% y el 5%, de modo que el ritmo de aumento del PIB podría terminar siendo un 50% inferior a lo recogido originalmente en los Presupuestos y un 25% más bajo de lo comunicado a Bruselas.