En la antesala de las elecciones autonómicas madrileñas, la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre ha vuelto a dejar de manifiesto el estrepitoso fracaso de las políticas liberticidas de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y la siniestra compañía. Por culpa de su nefasta gestión, el mercado laboral se sigue desangrando. Así, la EPA registra medio millón de empleos menos y 340.000 parados más que en 2020. Una catástrofe.
Comparando las cifras con el trimestre anterior, España redujo el paro en 65.800 personas, aunque entre enero y marzo rompió la racha de dos trimestres consecutivos creando empleo y terminó destruyendo 137.500. Pero si estos datos pueden resultar preocupantes por sí solos, la realidad es mucho más cruda y demoledora. Y es que las cifras están completamente adulteradas por un fenómeno propio de las peores crisis: el efecto desánimo. La incompetencia del Gobierno social-comunista para afrontar la debacle económica está causando estragos entre los abatidos ciudadanos, que han dejado hasta de buscar empleo. Simplemente, porque no tienen ninguna esperanza de encontrarlo.
Este fenómeno hace que caiga la población activa –el número de personas en disposición de trabajar– y que la tasa de paro del 15,98% sea completamente irreal. Porque si un individuo está voluntariamente en casa sin trabajar pero no busca empleo no es un parado, sino un inactivo. Y precisamente eso es lo que revela la EPA. En total, el trimestre cerró con 203.400 activos menos, todo un drama que al Gobierno le interesa ocultar y al que también hay que sumar el maquillaje de los ERTE, pues quienes están sujetos a ellos tampoco cuentan como parados en la EPA.
Ante este desolador panorama, hay una autonomía que destaca entre todas y sale reforzada de la EPA: la Comunidad de Madrid. La región presidida por Isabel Díaz Ayuso ha liderado la caída del desempleo, con 50.300 personas menos en las listas del INEM. El paro baja seis veces más rápido en Madrid que en el conjunto del país, mientras el número de ocupados en la región crece en 40.400 personas. Además, Madrid ya ha recuperado casi el 70% del empleo perdido por la crisis del coronavirus, mientras que este porcentaje es de apenas un 44% en el resto de España.
El efecto desánimo tampoco se nota en Madrid, ya que apenas se pierden activos en el trimestre (9.800), mientras que en tasa interanual aumenta el número de activos en 17.700 , frente a la pérdida de 133.500 en España en el último año.
Con estos excelentes resultados, la Comunidad de Madrid ha vuelto a dejar en ridículo a las políticas intervencionistas, extractivas y tiránicas de la izquierda. Sólo un cambio radical como el que quieren imponer Pablo Iglesias, Ángel Gabilondo y Mónica García podría hacer descarrilar a la locomotora de España.